El investigador superior del Conicet Guillermo Velázquez trabaja desde hace más de 20 años en el estudio de la calidad de vida desde una perspectiva geográfica. Esto es, tratar de definir, mediante una escala numérica que va del cero al diez, cuán bien -o mal- viven las personas según su lugar de residencia.
El proyecto, que en sus comienzos se centró especialmente en la región pampeana y en el conurbano bonaerense, se fue expandiendo hasta abarcar toda la Argentina a través de la colaboración de una red nacional de más de cincuenta investigadores.
Recientemente, este equipo de investigadores, en un trabajo interdisciplinario en colaboración con el grupo que dirige Alejandro Zunino -investigador principal del CONICET en el Instituto Superior de Ingeniería de Software Tandil (ISISTAN, CONICET-UNCPBA)-, desarrolló un mapa interactivo que permite conocer el nivel de calidad de vida en los más de 52 mil radios censales en lo que se divide la Argentina.
En los barrios Las Heras, Parque Palermo, Parque Hermoso y Valle Hermoso, entre otros ubicados en el sudoeste de la ciudad, comparten otros de los índices de calidad de vida más bajos de la ciudad, aunque levemente por encima de la realidad en el Puerto.
Similar escenario se percibe en los barrios Santa Celina, Parque Independencia y Nuevo Golf, al sur de la avenida Mario Bravo.
Asimismo, en la zona oeste los barrios San Jorge, Autódromo, Jorge Newbery, Hipódromo, José Hernández, La Herradura, junto a buena parte del cordón frutihortícola entre Sierra de los Padres, Batán y el norte de Mar del Plata, tienen un Índice de Calidad de Vida visiblemente bajo. En este punto, Santa Paula presenta el panorama más preocupante.
“La calidad de vida es un concepto relacionado con el bienestar de las personas. En ese sentido, depende de ciertas bases materiales, pero está lejos de reducirse a ellas. Si la calidad de vida se redujera meramente al consumo o a algunos indicadores socioeconómicos básicos, sería mucho más sencillo estimarla, pero sabemos que se trata de un fenómeno más complejo en el que también entran en juego variables de otro tipo, que tienen que ver con la escala de valores de la sociedad y las expectativas de progreso histórico”, afirmó el investigador a lacapitalmdp.