Cada vez más motociclistas sin casco mueren en el tránsito.
Urge educar, controlar y sancionar
Según cifras de Luchemos por la vida durante 2018, más de 3.000 motociclistas murieron en Argentina, sumando el 42%, la mayoría de los muertos en el tránsito. Sin embargo, este porcentaje es mucho mayor en algunas localidades del país. En algunos casos supera el 80% de todas las víctimas en el tránsito.
La vulnerabilidad de los que circulan en moto, sin carrocería protectora, y a alta velocidad, amerita medidas urgentes para protegerlos. Si bien las causas de los siniestros varían, en muchos casos el alcohol y el exceso de velocidad han sido los factores desencadenantes de las tragedias, pero en la mayoría de las víctimas fatales la falta de uso de casco ha sido determinante en su muerte.
La gravedad de estas cifras, que crece cada día, pone en evidencia la necesidad de incrementar los controles en general, de la conducción alcoholizada, de la velocidad y especialmente del uso de casco entre los motociclistas, además de brindarles educación vial.
El casco es la principal protección para los que circulan en dos ruedas. Los motociclistas que usan casco tienen un 73% menos de mortalidad y hasta un 85% menos de lesiones graves que los que no lo usan.
Cómo protege el casco
Para revertir estas tragedias, no bastan controles esporádicos y escasos, o algunos fines de semana en la esquina de un boliche. Las autoridades, responsables de la movilidad y el tránsito, deben comprender que sin controles efectivos ni sanciones eficaces y sin educación, no podremos avanzar significativamente en la seguridad vial, y salvar las más de 7.000 vidas que se pierden cada año en siniestros evitables.
Luchemos por la Vida