El Concejo Deliberante aprobó el 18 de julio pasado una ordenanza mediante la cual se extendía hasta el 30 de abril de 2020 la autorización otorgada para el uso de vallas en los espacios públicos de confiterías bailables y restaurantes que funcionan en Playa Grande.
Esto tenía como objetivo ordenar la entrada y salida de la gente de los boliches que funcionan en el lugar. Luego de eso las vallas se quitan para no entorpecer el desarrollo de las actividades de los balnearios.
Dicho expediente contó con informes favorables de Inspección General de la comuna y el propio Ente Municipal de Turismo (Emtur). “Este sistema de vallas permitiría organizar la salida y entrada de la gente a los locales nocturno que funcionan en Playa Grande”, coincidían los informes.
A pesar de esos informes favorables, según publicó loquepasa, de áreas pertenecientes al Ejecutivo, el intendente Carlos Arroyo decidió vetar esa ordenanza aprobada por el deliberativo y de esa manera impedir que se utilicen las veredas o espacios públicos con vallas.
Finalmente y como ocurrió en varias oportunidades, este martes la comisión de Legislación del Concejo Deliberante se reunió, rechazó el veto del jefe comunal y los ediles decidieron insistir con la ordenanza.
De esta manera el próximo 14 de noviembre, cuando se realice la sesión del cuerpo, los ediles la aprobarán y dejarán nuevamente desairado al jefe comunal.