Se organizó en la Plaza de Playa Serena, en la calle 445 entre 6 y 8, un encuentro del Club de Huerteros de la que participaron referentes de varias instituciones para compartir y poner en común saberes y prácticas que en el sur se tornan cotidianos: cómo cuidar la huerta en casa, qué plantas crecen en esta época del año, cómo obtener compost, cómo aprovechar al máximo los alimentos de una manera saludable, entre tantos otros temas.
Además, hubo suelta e intercambio de plantines, degustación de cocina saludable, clases, talleres y momentos de mucha interacción entre quienes aman producir sus propios alimentos y quienes no tienen más remedio que hacerlo.
De tal manera está comprometida la comunidad del sur con este tipo de acciones y la propia red de instituciones, que las profesionales del Centro de Atención Primaria de la Salud dieron también un pequeño instructivo sobre cómo actuar en caso de un accidente en la huerta, heridas por herramientas para trabajar la tierra y diferentes modos de acción ante cualquier imprevisto.
Una biblioteca de semillas
La Biblioteca Pública Protegida Playa Serena existe desde 1976. En la década del 80´pasó a formar parte de la órbita de bibliotecas protegidas y ser una más del Sistema Municipal que gestiona la Secretaría de Cultura del Municipio de General Pueyrredon.
El club de huerteros del sur tiene en este espacio un lugar donde compartir libros como semillas y semillas como libros: desde hace algún tiempo, los bibliotecarios Claudia Trenco y Julián Grotadaura, entendieron que para ser la unidad de información de los barrios del sur debían dar respuesta a las preguntas de los vecinos de la zona sobre los temas que les interesaban.
Así, además de nutrir la colección con novelas para todos los gustos, pensando en quienes eligen gozar de la lectura recreativa, acondicionaron todo el espacio y organizaron una sala de lectura infantil que invita a chicos y chicas a escuchar los más diversos cuentos los sábados a la mañana.
Pero también, atendiendo al perfil de lectores y de vecinos que forman parte de esta comunidad, pusieron en marcha una Biblioteca de Semillas, donde las personas que eligen ser parte se pueden llevar semillas de las más diversas especies vegetales, pero se comprometen a aportar sus propias semillas cuando esas plantas hayan crecido y dado sus frutos.