A partir de este jueves y durante siete jornadas, el fiscal Juan Pablo Curi y los auxiliares fiscales María Eugenia Montero y Julio Darmandrail analizarán la prueba reunida durante más de 20 meses de juicio para el pedido de penas. Se juzga la responsabilidad de 41 miembros de las tres Fuerzas Armadas, la Prefectura Naval y la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Tras 21 meses de audiencias y luego de escuchar la declaración de cerca de 250 testigos presenciales y otros 430 que se habían prestado en juicios anteriores incorporados por video, comenzará este jueves 6 de febrero desde las 9.30 el alegato del Ministerio Público Fiscal, el cual se extenderá durante siete jornadas.
En esta etapa, el fiscal Juan Pablo Curi y los auxiliares fiscales María Eugenia Montero y Julio Darmandrail analizarán la prueba reunida durante el debate oral y público, encuadrarán la calificación legal de los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar, construirán la participación de los 41 acusados y sus áreas de actuación, y en el cierre plantearán el pedido de penas, para dar paso luego a los alegatos de las querellas y defensas, antes de la sentencia que en los próximos meses rubricarán los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Alfredo Ruiz Paz.
Los imputados fueron miembros de las tres Fuerzas Armadas, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que tuvieron como ámbito de actuación los centros clandestinos de detención situados en la Subzona 15. Al momento de requerirse la elevación a juicio eran 49 los acusados, de los cuales 43 habían iniciado el juicio, y hoy llegan 41 a esta instancia, por fallecimientos o incapacidades médicas que les evitan el proceso penal.
A los imputados se les endilgan distintos crímenes de lesa humanidad en perjuicio de 272 víctimas, 97 de las cuales llegaron a debate por primera vez. Entre los casos emblemáticos que se abordaron están los de los actores Gregorio Nachman y Antonio Luis Conti y la desaparición del conscripto Marcelo Reinaldo Hartung Flores, ocurrida el 17 de julio de 1978 cuando salía del cuartel GADA 601. También se trató el caso de Cecilia Viñas, quien fuera detenida –embarazada- la noche del 13 de julio de 1977 junto a su esposo Hugo Reinaldo Penino en el departamento donde vivían en la Ciudad de Buenos Aires, para ser llevada a la Base Naval de Mar del Plata, desde donde meses después la trasladaron a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde tuvo a su hijo, que fue apropiado.
Los hechos que llegaron a juicio fueron investigados en el marco de las causas “Cueva 2”, “Base 5” y “Subzona” y “Base Naval”, pero el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata dispuso su acumulación para realizar un único juicio. Asimismo, se abordaron una serie de secuestros y desapariciones de víctimas respecto de las cuales se desconoce su paso por algún centro clandestino en particular pero que fueron privadas ilegítimamente de su libertad en esta jurisdicción y con intervención las fuerzas armadas y de seguridad que allí se desempeñaban.
Durante el debate se realizaron también distintas inspecciones oculares de las que participaron jueces, fiscales, defensas y sobrevivientes, en los lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención: tal es el caso de la Base Naval, “La Cueva” que operó en el predio de la Base Aérea, la Escuela de Suboficiales de Infantería de la Marina (ESIM) que tenía sede en el predio del Faro, y la Comisaría de la ciudad de Miramar, que fue inspeccionada por primera vez en el marco de un juicio por delitos de lesa humanidad. Camilo Alves, periodista jubilado que volvió también por primera vez al lugar donde estuvo dos veces detenido, y tras reconocer los calabozos, había mencionado: “Espero que les sea de utilidad, y que esto no se repita”.
En la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata se oyeron innumerables testimonios, muchos de los cuales buscaron reconstruir historias después de cuatro décadas de crímenes impunes de padres, madres, familiares y compañeros/as. “Descubrir la verdad es muy sanador”, dijo a su turno Javier Penino Vilas, hijo de Cecilia Viñas, en videoconferencia desde Londres. Él nació en cautiverio y no pudo estar más de “dos o tres días” con su mamá en la Esma.
Además de la reconstrucción de los hechos, el debate visibilizó la persistencia del daño causado al interior de las familias a pesar de los años transcurridos y los deseos compartidos por conocer la verdad y que se haga Justicia.
Fiscales.gob.