Apenas asumido en su banca, el concejal del Frente Renovador Ariel Ciano cumplió con una de sus promesas de campaña: ocuparse de los jubilados y jubiladas de Mar del Plata que pasan horas de pie para hacer un trámite.
Si bien hay ciertos organismos e instituciones que son ajenas al ejido municipal, desde una ordenanza se pueden contemplar al menos la atención en los bancos, uno de los puntos de mayor concentración de personas mayores.
“Hace 16 meses que se reglamentó la ordenanza que llamamos No más filas y estamos pidiéndole al intendente que se nutra de esta herramienta que beneficia a nuestros queridos viejos y que le de más difusión entre población”, solicitó Ciano.
En un proyecto de Comunicación que tuvo un apoyo unánime en la Comisión de Legislación y que luego será rubricado por el cuerpo legislativo, Ciano elevó el pedido de información al Departamento Ejecutivo “para conocer la cantidad de denuncias efectuada por vecinos por incumplimiento de esta ordenanza tanto como si se han efectuado apercibimientos y/o sanciones a entidades financieras, bancarias y comerciales de nuestra ciudad o cualquier otra dato que resulte de interés, porque entendemos que haciendo conocer de forma masiva esta ordenanza que ya existe y está en vigencia en Mar del Plata, la gente tendrá la posibilidad de exigir una mejor atención”, agregó.
Esta iniciativa de Ariel Ciano, -que al tomar estado público rápidamente fue replicada en otros puntos del país- tiene como autoridad de aplicación a la oficina de Defensa al Consumidor de General Pueyrredon “que al momento de la elaboración del proyecto era dirigida por Verónica Tambascia y ahora está a cargo de Sebastián Ruiz “de quién esperamos de que también ayudará para el cumplimiento”, señaló. El texto contó con el apoyo de la Asociación Bancaria y el Sindicato de Empleados de Comercio local.
“El espíritu y sentido de esta ordenanza excede a un partido político en particular, pues busca hacer un aporte a la intención de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y acortar los tiempos de espera incluso a personas con disminución en su motricidad o mujeres embarazadas, sectores de nuestra población que muchas veces están desprotegidos y sin ningún tipo de contención, soportando interminables esperas para ser atendidos y sin recibir ningún tipo de asistencia”, enfatizó Ciano y recordó que “resulta indispensable que se respeten los topes máximos de tiempo de espera que se estipulan en el No más filas como son de un máximo de 45 minutos en caso de que el usuario deba permanecer de pie y de 60 minutos sí el establecimiento cuente con asientos suficientes”.