El presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued, explicó que el tan temido “pico” de casos de coronavirus “va a seguir sin aparecer en función del tiempo que continúe el aislamiento”. “Las estimaciones se hacen sobre la base del porcentaje de la población que empiece a movilizarse, por eso es que la apertura va a ser muy lenta”, aseguró

Cuánto va a durar la cuarentena y cuándo se va a dar el pico de casos de coronavirus en la Argentina son por estos días “las preguntas del millón”. Es que, a esta altura, algunos más, algunos menos, todos saben que ambas cuestiones están ligadas y que es lo que evalúa el Gobierno con el comité de especialistas en cada reunión que mantienen.

El presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Omar Sued, fue claro al asegurar que “idealmente, el aislamiento tiene que durar 12 semanas, pero eso es imposible en el país por una cuestión económica, por eso es que se evalúa qué actividades pueden irse relajando y que sea sostenible para todos”.

“Somos un grupo de 18 especialistas bastante homogéneo, que hablamos bastante de esto en el chat que tenemos y en las reuniones periódicas que mantenemos con el Presidente, y la realidad es que la mayoría de nosotros preferiría sostener una cuarentena larga y muy estricta pero discutimos las posibilidades de apertura en función de las necesidades de la gente”, sostuvo el médico infectólogo en declaraciones radiales al programa Ahora dicen, para luego destacar que “en principio cualquier actividad que implique que se acerquen dos personas a menos de un metro de distancia son oportunidades de transmisión, entonces hay bastante consenso entre los expertos acerca de en qué cosas no se puede ‘aflojar’ y en cuáles sí”.

Consultado sobre cuál sería el escenario que marcaría que están dadas las condiciones para empezar a flexibilizar, Sued señaló que “la cifra que ayuda a saber si está mal la situación es el número de casos”. “Si uno viera un 30% de aumento de casos cada día respecto al día anterior ese sería el peor escenario; ahora, si se mantiene estable, si bien no está mejorando la situación porque todavía hay circulación viral, y si se observa disminuir la cantidad de casos autóctonos respecto a los importados, podría decidirse si en alguna provincia la situación está mejorando”.

“Sabemos que es un virus que se transmite tanto, que con que no aumente demasiado el número de casos estamos satisfechos”, reconoció, al tiempo que remarcó que el tan temido pico de infectados “va a seguir sin aparecer en función del tiempo que continúe el aislamiento”.

“Si esto sigue así, va a seguir estable todo el tiempo que podamos sostenerlo –aseguró–. El pico no se puede estimar porque las estimaciones se hacen en función de la cantidad de gente que se empieza a movilizar. Hemos hecho modelos sobre la base de qué porcentaje de la población empiece a hacer vida normal y ahí el comportamiento de la curva se empieza a modificar y se ven picos importantes”. “Por eso es que la apertura del grifo va a ser muy lenta”, vaticinó.

Sobre la obligatoriedad de llevar tapabocas o barbijos caseros que ya rige en siete provincias del país, Sued destacó que la medida “es para evitar que personas que son asintomáticas o que no presentan síntomas al inicio de la enfermedad (o hasta las 48 horas) transmitan el virus en la comunidad”. Y agregó que el dispositivo “no reemplaza la distancia entre las personas que debe seguirse manteniendo, idealmente entre un metro y medio y dos”.

Respecto del debate que ya está instalado entre los especialistas acerca de si las pruebas diagnósticas que se hacen en el país son suficientes o no, el infectólogo consideró que “la definición de caso sospechoso se amplió y hoy, a cualquier persona que en las provincias donde hay circulación viral (CABA, conurbano bonaerense, Córdoba, Santa Fe, Chaco y Ushuaia) tenga fiebre o algún síntoma respiratorio por mínimo que sea, la indicación es hacer el test”. A lo que agregó: “Lo que sabemos es que hay gente que ha tenido fiebre o un poco de tos y no se ha comunicado porque piensa que no es importante o no lo van a atender, por eso en la Ciudad se habilitaron las Unidades Febriles de Urgencia (UFU), que son para facilitar que las personas puedan llegar a diagnosticarse ahí y no tener que esperar a llamar al 107 y llegue la ambulancia que los traslade al hospital”.

Y finalizó: “La definición de caso es muy amplia y sabemos que hay gente que se estima que tendría que tener en este momento fiebre y tos en Buenos Aires por un montón de otras causas, no solo coronavirus, y no han consultado, y por ende no se activan los protocolos”.