Si les soy sincero, no tengo la mas remota idea, pero he pensado que este titular sería llamativo para mamás y papás que tengan ese debate, no intenten engañarme con sonrisa picarona, estoy convencido que, si no lo han tenido ya, lo tendrán en un futuro.

Lxs niñxs cada día están mas cerca de la tecnología digital, en los colegios se utilizan con total normalidad dispositivos para la enseñanza, dispositivos supervisados en todo momento por profesionales de la educación, pero, en casa, ¿Qué ocurre?

Grooming:
Acoso sexual a menores de edad a través de medios informáticos o telemáticos, fundamentalmente mediante chats y redes sociales.

Soy padre, por lo que puedo decir desde mi experiencia personal, que tristemente no tenemos idea de la capacidad de nuestros menores a la hora de desenvolverse por la red, su capacidad de aprendizaje es enorme, pero su vulnerabilidad y su indefensión también.

Al otro lado de la red nunca sabemos quien se encuentra, por lo que los menores son potencialmente victimas muy vulnerables de depredadores sexuales, si a esto le sumamos la permisividad de las redes sociales en asuntos de pedofilia como ya he comentado en anteriores artículos, deberíamos, ya no solo preocuparnos, si no estar mas atentos.

En el año 2018 en las Islas Canarias, España, detenían a un adulto de tan solo 25 años, sin antecedentes policiales, los cargos fueron abuso sexual, corrupción de menores y tenencia de material de explotación sexual infantil. Captaba a las menores a través de redes sociales, más tarde les pedía su número de contacto y cuando lo obtenía, les acosaba por WhatsApp. Un total de 43 niñas fueron victimas de este animal, sus edades estaban comprendidas entre los 11 y los 15 años.

Esto no ocurre solo en España, he tenido el lujo gracias a Betrayed Infancy, un colectivo de ciudadanxs que se dedica a informar de temas relacionados con la pedofilia y la pederastia a la vez que denuncian el infame consentimiento de distintas redes sociales respecto a la difusión de material de explotación sexual infantil, de cruzar “virtualmente” el charco y preguntar a Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina, ONG dedicada a tratar esta problemática.

Distintos estudios realizados nos revelan que las tácticas usadas por el depredador sexual son deliberadas, todo comienza por la búsqueda de perfiles determinados, menores menos capaces de hablar con alguien acerca del abuso, menores necesitados, desamparados o que, simplemente están molestos por algo son sus principales objetivos, hago hincapié en este último perfil para que así vean que cualquier menor está en el objetivo del depredador.

El también abogado argentino, me explica en términos más específicos que el nombre técnico del adulto que acosa y abusa de niños, niñas y adolescentes en internet, responde al término de “groomer”, es un perfil que reúne características de “depredador sexual”, es decir, sale a la caza permanentemente, es por ello que este contexto de pandemia, nos preocupa de sobremanera, dado que ese “cazador” se encuentra “cazando” en un zoológico, debido al otro factor que estudiado por la ONG, hablamos de una epifanía, caracterizada en la “hiper conectividad” que están llevando a cabo los niños, niñas y adolescentes, sumado al factor de “nueva generación de hábitos” y de prematuras incorporaciones a las tecnologías, donde las decisiones se pudieron ver motivadas producto del contexto de confinamiento, hablamos de un perfil que sabe ganarse la confianza, y que ejecuta en un determinado proceso de tiempo, distintas variables de manipulación, logrando cada vez en menor cantidad de tiempo, vencer las barreras inhibitorias a través de la coacción que ejercen sobre sus víctimas.

El “groomer” no es fácilmente detectable, muchos abusadores se valen de la bondad, aparentando ser buenas personas dentro de una comunidad a la que desinteresadamente ofrecen su ayuda. Estas actitudes hacen que cualquiera baje la guardia en la protección de sus hijxs.

En las redes se identifican como menores, eso hace más fácil llegar a su víctima, llegando a utilizar un lenguaje que un adulto no utilizaría con normalidad, de este modo no levantan sospechas, la conversación se hace mas fluida si piensas que al otro lado de tu dispositivo se encuentra tu “amigo virtual”.

¿Qué supone para un menor este tipo de acoso?
Las respuestas de Hernán hacen que mi preocupación aumente, el sometimiento de un niño, niña o adolescente a los requerimientos por parte de un adulto, donde por su desarrollo cognitivo en el que la víctima no logra comprender las características del hecho y/o sus consecuencias, el grooming constituye en una de las modalidades del abuso sexual contra las infancias y adolescencias (mal llamado abuso sexual infantil), sin contacto físico. Este delito cometido a través de medios tecnológicos, lejos de generar consecuencias “virtuales”, impacta directamente sobre la subjetividad de la víctima, provocando efectos traumáticos que pueden afectar su desarrollo físico, psicológico, social, cognitivo y sexual, llegando a derivar en daños psíquicos irreversibles. Ante un caso de grooming no solo sufre la víctima, su entorno familiar más próximo se ve afectado por el delito, desde Grooming Argentina y a través de su equipo psicológico, brindan orientación y contención psicológica primaria a la víctima y a su familia, realizan seguimiento de casos, derivación a tratamientos terapéuticos y en el marco de la prevención, y formación, talleres y jornadas de psicoeducación digital en Instituciones académicas y educativas. Coincidirán conmigo en que solo podemos aplaudir el trabajazo realizado por Grooming Argentina.

¿Qué hacemos los padres al respecto, como podemos actuar, podemos tomar medidas de prevención?
Coincido plenamente y suscribo literalmente las palabras de Hernán, la toma de conocimiento de que esto existe, no solamente a los efectos de llevar a cabo una denuncia, sino también en virtud de generar estrategias que contemplen el diálogo intrafamiliar en lo que denominamos una “convivencia digital” segura, el adulto no puede denunciar y administrar aquello que desconoce. La toma de conciencia es el primer paso para la ejecución de políticas de prevención y detección temprana. El compromiso debe ser asumido por los distintos sectores de la sociedad, dado que el delito de grooming es transversal a las distintas miradas.

El informe “Violencia Viral” realizado por “Save The Children España” nos muestra que este tipo de acoso es más habitual de lo que seguramente piensen, 400 jóvenes de entre 18 y 20 años de toda España fueron encuestados para ver si durante su infancia y adolescencia les había afectado alguno de los tipos de violencia online. Los datos son alarmantes, uno de cada cinco de los encuestados había sufrido este tipo de acoso y el 15% en más de una ocasión. De media, la primera vez que sufrieron esta violencia fue con 15 años.

En el país andino, los datos ofrecidos por Grooming Argentina reflejan que existe una proliferación notable del delito, año tras año, máxime teniendo en cuenta el alto grado de desconocimiento que existe. En una medición llevada a cabo por la ONG, se obtiene que el 70% de la sociedad argentina desconoce que es el grooming, este desconocimiento, a su vez, supone la “no denuncia”. El último estudio realizado por Grooming Argentina, en más de 4300 casos tratados de manera presencial en escuelas públicas y privadas de todo el territorio nacional, arrojó realmente, resultados alarmantes. Muestra que 6 de cada 10 niños de entre 9 y 17 años hablan con desconocidos en Internet. Que 3 de cada 10 de entre 14 y 17 años fue al encuentro personal con una persona que conoció en internet, y que 5 de cada 10 fue agregado de forma compulsiva, sin su consentimiento, a un grupo de WhatsApp.

Desde mi humilde sala de estudio, es poco felicitar a Grooming Argentina por haberse consolidado como la “Primera Organización en el mundo en tratar el flagelo del “grooming”, conformando equipos interdisciplinarios para el abordaje y el acompañamiento de las víctimas (luego “sobrevivientes” desde una mirada resiliente) y a su vez, voluntarios y voluntarias (coordinadas por un Coordinador y/o Coordinadora provincial de cada equipo), convirtiéndose estas, en personas idóneas para tratar la prevención en los distintos establecimientos, las cuales son capacitadas y formadas por la propia Institución. Hoy en día conforman una red que supera los 400 hombres y mujeres voluntarios y voluntarias que llevan a cabo ese rol, también el de conformar los equipos técnicos. Partiendo la premisa de que en el mundo digital no existen las fronteras, Grooming Argentina trabaja con Organizaciones aliadas alrededor del Mundo, en Latinoamérica, junto a distintas organizaciones, están creando la primera red, en la cual, y de forma conjunta, se pretende atender las situaciones relacionadas al material de abuso sexual contra las infancias, MASI (mal llamado pornografía infantil) debido a la preocupación que se ha generado producto del fenómeno de la hiper conectividad en tiempos de confinamiento, que trajo aparejado un “caldo de cultivo” para el aumento significativo de casos.

El trabajo anónimo y desinteresado de los ya mencionados Betrayed Infancy es agradecido por parte de todo el conjunto de la ONG latino americana, los primeros cuentan también con una cuenta embajadora en Argentina, cuenta a la que estoy enormemente agradecido al haberme facilitado tener más a mano las opiniones de un experto como Hernán.

Ahora, y volviendo al principio, ¿es tan importante la edad recomendable para el uso de dispositivos por parte de nuestrxs hijxs? ¿es menos importante que los adultos estemos pendientes? Saquen sus propias conclusiones.

Dejar al menor con un dispositivo mientras charlan con sus colegas en una terraza si no saben lo que se cuece al otro lado puede acarrear desgracias de por vida, ahora ya lo saben, sean cautos.

@jennermostoles

Imagen ilustrativa