Un hombre fue condenado hoy a prisión perpetua por haber asesinado a golpes con un ladrillo a la madre de un amigo suyo porque se resistió a ser abusada sexualmente en un galpón en la zona céntrica de la ciudad de Tucumán en diciembre del 2020, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Edgardo Maximiliano Monasterio, quien fue condenado por un tribunal que lo encontró culpable del delito de “homicidio agravado por mediar violencia de género y abuso sexual en grado de tentativa” en perjuicio de Graciela Ramos.
El fallo de los jueces Lucas Taboada, Alejandro Valeros y Guido Cattáneo coincidió con lo que había pedido en sus alegatos finales el fiscal de la Unidad de Homicidio, Ignacio López Bustos, quien consideró que “fue una investigación compleja. En el complejo Juan B. Terán se encontró el cuerpo de una mujer con signos de violencia”.
“Después se determinó que había sido abusada, por lo que junto al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) avanzó con los distintos ADN que permitieron dar con el acusado y como en todas las causas la abordamos con perspectiva de género para darle una respuesta a la familia de la víctima y a la sociedad”, agregó el fiscal.
A lo largo del debate, los investigadores del ECIF y el Cuerpo Médico Forense (CMF) del Ministerio Público Fiscal, aportaron detalles de la investigación, de la autopsia practicada y de los estudios genéticos llevados adelante para lograr esclarecer el hecho.
El auxiliar de fiscal, Guillermo Di Lella, consideró que “a partir de las pruebas presentadas, se logró acreditar el hecho y la participación de Monasterio”, y señaló que “el imputado conocía a la víctima y le dio muerte para garantizar su impunidad. Al realizarse los estudios de ADN, dieron positivo”.
De acuerdo con la investigación el 23 de diciembre de 2020, Ramos, quien estaba en situación de calle, se encontraba en un galpón ubicado en calles Marco Avellaneda y Córdoba, a donde Monasterio se hizo presente para abusar sexualmente de ella.
En esa situación, la mujer opuso resistencia para evitar ser abusada, momento en que el agresor agarró un ladrillo que se encontraba en el lugar y la golpeó en la cabeza, causándole la muerte y se fue del galpón.