El partido vecinalista elaboró un documento, el cual sostiene:

Cuando al sector del trabajo y a los trabajadores les va bien, nuestra ciudad progresa. La economía local y el bienestar de los marplatenses y batanenses están doblemente ligados a cómo le vaya a la Argentina. La industria local, las fábricas textiles y el cordón frutihortícola dependen del consumo interno. Pero también el turismo y todo el trabajo asociado al mismo también se resiente si al resto del país le va mal.

Mar del Plata es la ciudad con mayor cantidad de habitantes jubilados, que han visto afectados sus ingresos, sus prestaciones médicas y todas las políticas públicas que a ellos van dirigidas. La caída del poder adquisitivo afecta a los trabajadores activos y jubilados, los enormes tarifazos en los servicios públicos imprescindibles deterioran la calidad de vida de las familias y causan graves crisis a los comercios de la ciudad.

Las políticas de ajuste impactan sobre el mercado interno, sobre el trabajo y sobre los ingresos de todos los marplatenses y batanenses.

Desde Acción Marplatense le pedimos al gobierno nacional que escuche el reclamo de los trabajadores, de los docentes, los jubilados, de los pequeños y medianos empresarios, de los comerciantes. Le pedimos que ponga en marcha políticas activas que generen y defiendan el trabajo y la producción, privilegiando el Mercado Interno por sobre los intereses financieros y especulativos, con los que solo ganan los que tienen mucho, y pierde la mayor parte de la sociedad.

A Mar del Plata le va bien cuando hay trabajo, cuando hay producción, cuando se instalan fábricas y empresas, no cuando la especulación de la renta financiera es el negocio privilegiado desde el gobierno, los comercios y empresas cierran y la desocupación crece.

Defendimos y defenderemos siempre a los trabajadores, al mercado interno, la industria y la producción. Mar del Plata y Batán necesitan de los trabajadores, de los jubilados, de los comerciantes, necesitan del mercado interno para crecer. El gobierno debe escuchar el reclamo que hoy se ve en las calles: trabajo, producción, consumo. Un país y una ciudad que siempre privilegie a los trabajadores sobre los especuladores.