Directivos de escuelas de Mar del Plata volvieron a manifestarse esta mañana para insistir con los reclamos al Consejo Escolar por las falencias que se sostienen desde la semana pasada en la prestación del nuevo Servicio Alimentario Escolar (SAE).
La movilización, que también incluyó quejas por retrasos en arreglos de infraestructura, tuvo lugar en Mario Bravo y Cerrito, y contó con la participación de referentes de los establecimientos secundarios N°33, N° 41 y N°47.
Rosana Moreno, responsable de la escuela N°47, aseguró que la alimentación que recibe por parte de los proveedores es “como si fuera de una primaria”. “No querían dar sándwiches”, señaló, en diálogo con el portal elmarplatense.
Al trazar la comparativa que brindaban los anteriores proveedores, la directora que con los prestadores locales se podía “elegir el menú en función del valor nutricional. “Dentro del cupo de 120 chicos que tenemos, que contemplaba una compra de 1200 pesos por día, comprábamos alimentos que eran de muy buena calidad”, afirmó.
Sin embargo, con la llegada de las dos nuevas empresas que adjudicó el Consejo Escolar, que ahora está a cargo del funcionario provincial Marcelo Di Mario, Moreno aseguró que hubo una merma muy significativa en el servicio. “Nos traen 12 ravioles por porción para un chico. Las porciones son muy chiquitas. Hay días que hay milanesas que son esas empanadas tipo comida rápida de un sabor muy dudoso”, graficó, y aseveró: “La cantidad y la calidad de la comida bajó en un 80 por ciento de lo que había antes, con 18,85 que es lo mismo que se pagaba”.
Entre los reclamos, la directora de la secundaria también apuntó a las falencias edilicias: “Desde todo el verano y el año pasado estamos con dos cursos sin calefactor y tenemos otros dos cursos sin plafones de luz en la mitad del aula, y en días en que no hay luz natural están los chicos a oscuras”.
Pese a ello, Moreno afirmó que el pedido que más urge está vinculado con los cambios en el servicio alimentario. “Nos pidieron paciencia y yo la tengo pero necesito manifestarme y no callarme la boca. Si hace más de un año estoy esperando que me arreglen calefactores, no puedo esperar que pase lo mismo con los chicos porque la comida es sagrada“, sentenció.
La directora de la secundaria N°44 reconoció “buena voluntad” de algunos proveedores de regularizar la situación pero al mismo tiempo aseguró que “no se ve reflejada en acciones. “Ha habido modificaciones pero hay escuelas que todavía no han recibido el SAE. No han tenido en cuenta el funcionamiento de las escuelas acá”, concluyó.