Un plenario de las comisiones de la Cámara de Diputados emitió por amplia mayoría dictamen favorable al proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias que beneficiará a mas de un millón de trabajadores, iniciativa que el oficialismo aspira a sancionar en una sesión especial que se celebrará la próxima semana.

La decisión se adoptó en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, y de Legislación del Trabajo, luego de agotar el debate entre los legisladores sobre el proyecto presentado por el presidente del cuerpo, Sergio Massa, y respaldado por el oficialismo.

El despacho tuvo un alto consenso político ya que fue respaldado por los legisladores del Frente de Todos, Juntos por el Cambio -que lo hizo con disidencias parciales-, los interbloques Federales y de Unidad Federal para el Desarrollo.

El proyecto de reforma del impuesto a Ganancias que impulsa el oficialismo modifica el artículo 30 para aumentar la deducción especial a partir del cual se calcula el impuesto, con el fin de que no paguen ese gravamen los trabajadores que cobren hasta 150 mil pesos brutos.

Esta medida beneficiará a 1.267.000 personas, entre trabajadores y jubilados, según señaló el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, quien subrayó que de esta forma “el 93 por ciento de los asalariados no pagarán más ese tributo”.

Las principales modificaciones que se incluyeron fueron excluir del cálculo del impuesto el pago del aguinaldo cuando se trate de salarios de hasta $150.000 brutos y jubilados que perciban hasta ocho haberes mínimos, y la deducción por concubino.

También se sumó una deducción por gastos de guardería y por elementos de trabajo o capacitación.

Al abrir la discusión esta tarde, Heller dijo que “esta no es una nueva Ley de Impuesto a las Ganancias, acá estamos modificando el artículo 30 de la Ley vigente”.

“Estamos volviendo al nivel histórico de trabajadores alcanzados que estaba entre en un 10 y un 12 por ciento”, agregó.

Heller señaló que la Oficina de Presupuesto del Congreso realizó un estudio del costo fiscal y lo estimó en 47.600 millones de pesos, sin incluir los últimos cambios incorporados al proyecto.

El Gobierno había estimado inicialmente el costo fiscal de la medida en 41.250 millones de pesos.

En la reunión, la titular de la comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, dijo que sale un dictamen que favorece a los trabajadores luego de “un diálogo intersectorial donde hemos escuchado a representantes del Poder Ejecutivo, a especialistas en materia tributaria y por último a representantes del movimiento sindical”.

“Más de 1.267.000 trabajadores y trabajadoras de la Argentina dejarán de tributar ganancias, un aporte no menor para recuperar el poder adquisitivo del salario”, agregó.

Desde Juntos por el Cambio, el radical Luis Pastori señaló que los diputados de su bloque “firmarán el dictamen de mayoría pero con disidencias” ya que “estamos de acuerdo con el objetivo de este proyecto, que es aliviar el bolsillo de muchos trabajadores que hoy pagan el Impuesto a las Ganancias y que ahora dejarían de hacerlo con un monto de haber mensual bruto de hasta 150 mil pesos”.

Señaló que las disidencias están centradas en el sistema de actualización ya que JxC propone que se tome como parámetro la evolución del Índice de Precios al Consumidor en lugar del Ripte y en que “queremos la equiparación de los trabajadores en relación de dependencia con los autónomos”.

Por su parte, el radical Ricardo Buryaile señaló que la deducción por hijo o hija con discapacidad “no puede ser hasta los 18 años sino tiene que ser permanente y no termina con la mayoría de edad del hijo”.

Al tiempo que el diputado radical Alejandro Cacace pidió eximir del pago de Ganancias a los jubilados y que la actualización de la deducción se haga por el aumento de precios ya que “sino que termina ocurriendo entonces que el trabajador pierde salario real y pasa a pagar más impuesto”.

Desde Consenso Federal, Jorge Sarghini, dijo que el proyecto del oficialismo “distorsiona el impuesto y le quita progresividad, aunque eso no quita que hay trabajadores que hoy pagan el impuesto y mañana no lo pagarán” .

Sarghini se quejó de que queden “afuera a todos los que no pagan Ganancias porque su nivel de ingresos no llega al mínimo no imponible”.

El sindicalista y diputado del Frente de Todos, Hugo Yasky, afirmó que la reforma “no sólo va a beneficiar a las trabajadoras y los trabajadores que dejarán de tributar este impuesto sino también a las pymes, a los comercios de barrio, a los que se volcarán gran parte de los 18 mil millones de pesos en consumo que implicará solamente la devolución de los descuentos efectuados por la retroactividad de la Ley”

En tanto, el diputado Facundo Moyano cuestionó las criticas de Juntos por el Cambio al señalar que “no tienen autoridad moral para hacer criticas” y señaló que “esta es una base para los trabajadores, si no lo fuera las organizaciones sindicales que fueron parte de este debate no estarían de acuerdo”.

El proyecto que amplía la deducción para que los trabajadores que perciben hasta $150.000 brutos no paguen ganancias se aplicará desde el 1 de enero, y el Gobierno contempla devolver los descuentos que se han realizado a los asalariados que quedarán exentos de ese tributo.

Otro punto que había generado inquietud en los legisladores era lo que podía pasar entre los asalariados que perciben entre 150 mil pesos y 173 mil pesos para que no terminen cobrando más dinero aquellos que están eximidos de pagar el impuesto a las ganancias, para lo cual la norma prevé facultades especificas para poder corregir esa situación.