Un hombre fue detenido acusado de maltrato animal en la Ciudad de Santa Fe. Le encontraron fotos y videos. Indagan si no era la cabeza de una asociación ilícita
El pasado martes la policía de Santa Fe arrestó a un hombre que fue denunciado de aplastar animales por placer sexual tras una denuncia de la Sociedad Protectora de Animales. Se trata de un joven de 25 años y la detención tuvo lugar en un local de calle Obispo Gelabert al 3100, en la capital provincial, donde trabajaba el implicado.
Tras el arresto, el sospechoso fue trasladado por la Policía de Santa Fe bajo la supervisión del fiscal de turno Omar de Pedro. Se encuentra acusado de hacer Crush Fetish: el aplastamiento de objetos o seres vivos, que muchas veces mueren por el ataque. La actividad tiene como objetivo el placer sexual de una o más personas.
La investigación comenzó un tiempo atrás y se recopilaron numerosos testimonios de personas a quienes se les ofreció participar de este tipo de actividad, pero que no quisieron.
La causa estaría comprendida dentro de la Ley de Maltrato Animal y existe la posibilidad de que sea parte de una posible asociación ilícita, que tendría al detenido como posible organizador.
También se realizaron allanamientos en dos domicilios relacionados al detenido, ubicados en San Luis al 2800 y La Esmeralda al 2600, en donde se secuestraron elementos que resultan de interés para la causa como fotos y videos, así como dispositivos de almacenamiento digital.
“Con las pruebas que tenemos, le vamos a atribuir el delito de cometer actos de crueldad contra animales y la figura de asociación ilícita. Esta persona era claramente el organizador de esta práctica aberrante”, declaró el fiscal y agregó que “la ley Sarmiento es muy vieja y tiene una pena muy baja, en relación a los valores actuales de la sociedad” e indicó que si pueden demostrar la asociación ilícita, “la pena sería más importante”.
También se averiguó que el implicado por maltrato animal usaba varias redes sociales y llamaba a trabajadoras sexuales de la ciudad de Santa Fe a cambio de una suma de dinero que rondaban entre los 2.000 y 4.000 pesos.
Según los investigadores, las personas que acompañaban al agresor debían colocarse un vestido especial (aparece en varias fotos y fue encontrado en la casa del agresor) y luego realizar los maltratos animales.