A un año de la zarpada del ARA San Juan y sus 44 tripulantes desde el puerto de Ushuaia, los familiares pidieron a la empresa que busca al submarino desaparecido que no se retire sin antes verificar la zona en donde se detectaron golpes que serían de casco. Meses atrás, tres suboficiales que participaron de la búsqueda de la Armada declararon que dieron con estos sonidos en su sonar y consideraron que era “altamente probable” que fueran del navío.
En un comunicado, los familiares le solicitaron a la firma Ocean Infinity “corroborar esa zona y que se reconozca su lucha y la labor de los 44 marinos”.
En junio, tres suboficiales de la corbeta Spiro declararon en el juzgado de Caleta Olivia y dos de ellos consideraron “altamente probable” que el sonido perteneciera a la embarcaciónperdida. Sin embargo, en su momento el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento de Puerto Belgrano lo descartó.
En abril, un sonarista que trabajó en la búsqueda del submarino le llevó a la jueza Marta Yáñez una grabación registrada una semana después de la desapariciónde la nave. En ese audio, el hombre captó golpes que se habrían hecho contra un casco metálico desde las profundidades del mar.
Todos los sonaristas que participaron de esa operación ratificaron esta versión. “No eran golpes constantes, había lapsos de tiempo entre serie y serie, como si la tripulación se fuera turnando. Estuvimos entre 10 y 12 horas escuchándolo”, sostuvo uno de los suboficiales.
La búsqueda del submarino entró en las últimas semanas en una etapa de incertidumbre absoluta. Los técnicos de la empresa Ocean Infinity les informaron a los familiares veedores que “están desorientados” y no tienen certezas acerca del paradero de la nave y sus tripulantes. Después de haber barrido con la más alta tecnología el lecho marino, no hubo elementos que arrojaran datos concretos sobre dónde está la unidad naval. La empresa acordó con el gobierno argentino buscar la nave durante 60 días activos.