En una París en llamas, miles de manifestantes se enfrentaron con la Policía francesa -en principio por el alza de los impuestos- este sábado por tercer fin de semana consecutivo. Cerca de 80 personas fueron arrestadas luego de que varios grupos levantaron barricadas en calles del centro de París, encendieron fuego, arrojaron piedras a los agentes y pintaron grafitis en el Arco del Triunfo.
Las dantescas imágenes que llegan del Arco del Triunfo y de la icónica avenida de Champs-Élysées recuerdan a las palabras de Honoré de Balzac en Los pequeños burgueses: “Por desgracia, el viejo París desaparece con una rapidez aterradora”. El humo de los gases lacrimógenos, los estallidos, los autos volcados e incendiados y los tumultos de miles de personas transformaron en su totalidad la clásica postal parisina.
Además de los gases, la Policía empleó cañones de agua para dispersar a los manifestantes (“chalecos amarillos” junto a otros grupos), quienes respondieron prendiendo fuego cuanto objeto veían a su alcance y lanzando piedras. Las autoridades movilizaron a unos 5.000 agentes en París para tratar de contener las protestas.
En este contexto, la mayor autoridad en suelo francés, el primer ministro Edouard Philippe, destacó la virulencia de los ataques contra las fuerzas de seguridad: “Hubo una violencia poco frecuente contra la Policía”.
Cómo entender el conflicto: 5 claves
1) ¿Quiénes son los “chalecos amarillos”?
El movimiento de los “chalecos amarillos” nació al margen de los sindicatos y los partidos políticos. El detonante fue el alza de los precios de los combustibles. Su nombre hace referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en Francia en caso de incidente en una carretera para tener mayor visibilidad.
Terminó convertido en un movimiento mucho más amplio que no sólo critica el “tarifazo” en las naftas sino además el aumento en general del costo de vida.
2) ¿En qué se diferencia de otros movimientos?
A varios especialistas, este nuevo grupo de los “chalecos amarillos” recordó la revuelta de los “gorros rojos” que obligaron al gobierno de François Hollande (2012-2017) a eliminar un impuesto a los camiones para luchar contra la contaminación. Por otra parte, descarta que tenga analogía con los “indignados” del 15M, dado que no son jóvenes urbanos de clase media, sino en este caso se trata de trabajadores, en gran parte de los casos presurizados.
3) ¿Es un movimiento a nivel nacional?
El sábado 17 de noviembre, en el primer día de acción de los “chalecos amarillos”, unas 300.000 personas participaron en protestas en todo el país, con un balance de dos muertos y más de 600 heridos. Las protestas esporádicas continuaron a lo largo de la semana, con piquetes de rutas. El sábado pasado, en el llamado “acto II” del movimiento, solo participaron un poco más de 100.000 personas en manifestaciones en toda Francia, 8.000 de ellas en París.
La atención se focalizó en la capital francesa, en donde se produjeron disturbios entre manifestantes y la policía en la famosa avenida de los Campos Elíseos, con un saldo de 103 detenidos.
4) ¿Qué va a anunciar Macron?
El presidente Macron, por estos días en nuestra ciudad, no tiene intención alguna de dar marcha atrás con los anuncios. Asegura que se trata de una “transición ecológica” el paquete de medidas anunciado para alentar a los franceses “a adoptar modos de vida y de transporte menos contaminantes”, con la que justifica el alza de los combustibles.
Sin embargo, para calmar a los manifestantes, se espera que podría anunciar medidas para que esta “transición ecológica sea la más justa posible”.
5) ¿El movimiento de los “chalecos amarillos” llegó para quedarse?
Una encuesta realizada la semana pasada mostró que alrededor del 70% de los consultados consideraba “justificadas” las protestas. Pero lo que comenzó como un movimiento “espontáneo y horizontal”, ahora está tratando de organizarse. De momento, los “chalecos amarillos” anunciaron la creación de una delegación de ocho personas para negociar con el Gobierno.
La reacción de Macron
La duda era cómo iba a responder Emmanuel Macron ante esta organización. En conferencia de prensa en Buenos Aires, en el marco del cierre del G20, dijo: “Ninguna causa justifica que se roben los comercios, que edificios públicos queden incendiados o que se ensucie al Arco del Triunfo. Los culpables de esto quieren el caos y así traicionan las causas que pretenden servir y manipular. Se les juzgará. Mañana por la mañana tengo convocada una reunión con mi gabinete. Siempre respetaré las oposiciones, las manifestaciones, pero nunca la violencia”.