En una carta dirigida al intendente Carlos Arroyo, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) apuntó al Ejecutivo por “incumplimientos” y notificó que el próximo viernes, en una asamblea extraordinaria, definirán las medidas de fuerza a tomar.

Entre los puntos señalados se encuentran un nuevo acuerdo paritario, la situación de los docentes municipales -que denuncian que el Municipio no pagó los aumentos decretados por Provincia-, la suspensión de bonificaciones, vacaciones no gozadas y premio de 25 años de trayectoria -estos dos últimos, según dijeron, suspendidos hace tres años-, el reencasillamiento del personal del Concejo Deliberante y el acta de compromiso relativa a los empleados temporarios.

“Ninguno de estos puntos está cumplido”, señaló al portal lacapitalmdp Daniel Zacarías, secretario adjunto del STM, quien también vaticinó que la reunión prevista para el 2 de noviembre será “multitudinaria”.

“El clima entre los trabajadores es malo, por lo que creemos que irá mucha gente. Pondremos parlantes afuera para aquellos que no puedan estar adentro al momento de la votación”, agregó, haciendo referencia a cuestiones formales.

En lo que respecta al punto referido a las paritarias, los Municipales habían acordado a principio de año un aumento para los primeros seis meses de 2018 del 12%, con el compromiso de volver a sentarse en septiembre y analizar la segunda parte del desembolso en función de la inflación registrada.

Según señaló Zacarías, hasta el momento el sindicato solo mantuvo con el Ejecutivo dos reuniones sin éxito. “En la primera, Hernán Mourelle (secretario de Hacienda) ofreció un 7% en octubre y un 10% en noviembre; en el segundo encuentro solo respetó el 7% de octubre”, dijo, “pateando” para adelante la posibilidad de aumentar un nuevo porcentaje.

“Con esto se llegaría a un 25% de aumento, que sería la mitad de lo que va a ser la inflación anual, ya que muchos especialistas ya aseguran que para diciembre el índice llegará al 50%”, agregó.

Otro de los incumplimientos que genera profundo malestar entre los trabajadores municipales tiene como protagonistas a los docentes de la comuna, quienes denunciaron que la Municipalidad no les pagó ninguno de los aumentos que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal decretó.

Todo parece indicar que a pesar de que la Provincia de Buenos Aires ya giró los fondos para financiar cada uno de esos incrementos, el dinero nunca llegó a los bolsillos de quienes se desempeñan en el sistema educativo municipal.

“Eso sería una retención indebida de fondos, porque es plata de los trabajadores, o, lo que es peor, lo uso para otra cosa pese a que tratan de fondos afectados”, detalló el dirigente sindical.

A su vez, y en medio del conflicto el reencasillamiento de los trabajadores que se desempeñan en el Concejo Deliberante, Zacarías opinó: “A Mourelle le importa muy poco que se sesione o no, si gobierna él y gobierna por decreto. Además, las modificaciones solicitadas no implican grandes montos para lo que es el presupuesto del Concejo, que ya de por sí está siendo subejecutado, es decir, le va a sobrar plata”.

Al reclamo por los pagos de vacaciones no gozadas de municipales ya jubilados y del premio de 25 años de trayectoria -suspendidos hace tres años-, se suman al pedido del cumplimiento del acta de compromiso relativa a los empleados temporarios y al pedido de “abstención de realizar modificaciones sobre las distintas remuneraciones que percibe el trabajador”.

Esto último se debe a que trascendió la posibilidad de que Mourelle elimine las bonificaciones, ítem que forma parte del recibo salarial de los municipales.

“Doy un ejemplo, hoy una docente municipal que cobra $16.000, pasaría a recibir $10.000”, señaló, al tiempo que recordó que el intendente debe atenerse a lo que establece el artículo 1 de la ley 14656, que indica “que los mayores derechos adquiridos por los trabajadores a la fecha de la sanción de la presenta norma, no podrán ser modificados en perjuicio del trabajador”.

En este sentido, Zacarías señaló que pareciera que quien gobierna el municipio es el secretario de Hacienda y no el intendente. “Arroyo saca un decreto para el reencasillamiento y Mourelle dice no, no sale; firma que los temporarios pasen con un año a planta, y Hacienda no lo cumple; lo legislativo no le interesa, no manda la ordenanza complementaria del presupuesto, piensa rebajar los salarios sin la aprobación del Concejo. Parecería que gobierna (Mourelle), pero por decreto”, concluyó.