Las alarmas sobre la agonía de la ciencia, la tecnología y la investigación no cesan de sonar. En esta ocasión, investigadoras e investigadores que conforman el Grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA) presentaron un crítico diagnóstico sobre la situación de desfinanciamiento que atraviesa el sistema científico nacional y convocaron a “la comunidad científica y a toda la ciudadanía” a construir “la unidad opositora para derrotar al macrismo” en las elecciones de 2019, lo que consideran “necesario para salvar al sistema científico”. El documento elaborado por el Grupo CyTA advierte que tanto el Conicet como la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Anpcyt) sufren una “parálisis”, y brega por una serie de medidas de “carácter urgente”, entre las que figuran aumentos de salarios para investigadores y becarios, y la duplicación del presupuesto destinado al sector, para lograr su supervivencia.

El Grupo CyTA está integrado por reconocidos investigadores como Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Noé Jitrik, Dora Barrancos, Ana Franchi, Juan Pablo Paz, Luis Alberto Quevedo, Sandra Carli, Andrea Gamarnik, Andrés Kreiner, Diego Hurtado y Diego Tatian, entre otros. En el documento difundido ayer plantearon que la crisis de la ciencia y la tecnología nacional se inscribe en un “escenario de ajuste y achicamiento continuo del Estado”. “Ajuste para los que vivimos de un sueldo, ajuste para las Pymes, ajuste para la ciencia y fructíferos negocios para bancos, exportadores agropecuarios, multinacionales mineras y petroleras y miembros, amigos y familiares del poder político”, enumeraron al denunciar un combo integrado por elementos como la “destrucción planificada de la educación pública estatal argentina”, reducción presupuestaria y “embestida” en contra de la Ley de Educación Sexual Integral incluidas; la crisis productiva generada por la “retracción en el consumo impuesta por la política económica del FMI, los precios abusivos de la energía y la falta de crédito” lo que empujó a numerosas pymes al cierre”; los efectos que el aumento de tarifas también imprime en la vida cotidiana de trabajadores y trabajadoras; el “inmanejable endeudamiento al que Cambiemos y sus socios menores han arrojado” al país y la represión policial, la existencia de presos políticos, el gatillo fácil y la persecución a opositores políticos por parte del Poder Judicial como “soporte necesario” de tal ajuste.

En ese marco, la cancelación de proyectos científico tecnológicos y el cierre del Ministerio de Ciencia como pasos de ese proceso “no nos extraña”, remarcaron. Recordaron que vieron este escenario a principios de la gestión de Mauricio Macri en la Presidencia, aún “cuando una parte importante de la comunidad científica depositaba esperanzas en que la continuidad del (ex) ministro (Lino) Barañao”: “Un gobierno que promovía la reprimarización de la economía, la desprotección de la industria, el endeudamiento externo y la bicicleta financiera no necesitaba de la ciencia y de la tecnología nacionales”, señalaron. Tanto a Barañao como al presidente del Conicet, Alejandro Cecatto, los consideraron responsables por la crisis y reclamaron sus renuncias, aunque admitieron que “no resolverían nada por sí solas”.

“La gestión del actual gobierno en el campo de la ciencia y la tecnología es tan desastrosa que ha recibido un repudio casi unánime y ha dado lugar a declaraciones que no reconocen alineamientos partidarios”, sostuvieron y, en ese punto, inscribieron su convocatoria en la construcción de una “unidad opositora” para “derrotar” en las próximas elecciones “al proyecto neoliberal encarnado en Cambiemos. Sólo de ese modo, podremos retomar el camino del crecimiento de nuestro país y de su sector científico y tecnológico”, postularon en el texto también firmado por Eduardo Dvorkin, Emmanuel Alvarez Agis, Carolina Mera, Daniel Filmus, Federico Robledo, Félix Requejo, Fernanda Beigel, Graciela Morgade, Hugo Aimar, Jorge Geffner, José Paruelo, Marcelo Ruiz, Marcos Vaira, Marisa Herrera, Mirta Susana Iriondo, Osvaldo Uchitel, Pablo Núñez, Raquel Chan, Roberto Salvarezza y Rolando González-José.

El Grupo CyTA indicó que “la crisis institucional y de financiamiento” mantiene al Conicet y a la Anpcyt en un estado de “parálisis”, con reducción de presupuestos que redundaron en el abandono del financiamiento de congresos y encuentros científicas y la suspensión en el pago de proyectos; la pérdida del poder adquisitivo en el salario de los trabajadoras y trabajadores de esos espacios, la reducción de número de becas, la intervención de estructuras directivas. “En estas condiciones, la investigación científica en Argentina se vuelve inviable”, denunciaron.

Para “salvar” esas instituciones, propusieron el “inmediato aumento de salarios para investigadores, becarios y becarias, personal de apoyo y de administración del Conicet” con montos no inferiores al 25 por ciento –porcentaje de poder adquisitivo que, según los registros oficiales han perdido–, la “duplicación del presupuesto” tanto del Conicet como de la Anpcyt, el “aumento del número de vacantes para el concurso de ingresos a la carrera de investigador actualmente en curso y la inmediata convocatoria al concurso de ingresos para 2018, que no fue abierta y el “cese de la intervención del Ministerio de Modernización en el ámbito del Conicet”.

También observaron que es urgente trabajar por la “regularización de todos los contratos” de los espacios y la “inmediata normalización del Directorio del Conicet, el fin de la discriminación política en su seno”. En ese sentido, exigieron que Alberto Kornblihtt y Mario Pecheny, elegidos por la comunidad científica en mayo pasado como representantes de las grandes áreas del conocimiento, sean designados por el Ejecutivo en el directorio del Conicet.

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