Desde el primer día de este febrero, los combustibles sufrieron un nuevo incremento, el tercero de 2021, lo que produjo un aumento promedio de las naftas de entre 8 y 10% dependiendo la compañía.

Este incremento se suma a los ya realizados desde el descongelamiento de agosto de 2020, acumulando desde aquel momento un 37% de aumento, superando los acuerdos salariales de los trabajadores y trabajadoras, y la inflación de todo el año pasado.

El aumento de las naftas es un indicador de la inflación y del golpe al bolsillo que sufrirán los trabajadores y trabajadoras. Los incrementos de los combustibles repercuten en toda la cadena de precios del resto de los productos, principalmente los de la canasta básica de alimentos de las familias argentinas.

Más allá de los argumentos vinculados a los incrementos de los impuestos, el valor del dólar o de los biocombustibles, el problema de fondo es el modelo energético imperante en nuestro país, regido por la extranjerización y privatización de toda la cadena productiva de combustibles.

A pesar de tener a YPF, empresa privada nacional, como la principal expendedora de combustibles, la cadena productiva dolarizada se rige por los precios internacionales de petróleo que nos produce aumentos contantes año tras año. Cuando el precio internacional del crudo sube, aumentan las naftas, pero cuando el precio del commoditie baja, no se traslada eso a los precios en los surtidores, una paradoja.

Necesitamos otro modelo energético que no se rija por los valores del mercado y el beneficio de las empresas monopólicas extranjeras, sino que ponga el foco en el desarrollo de un modelo productivo a favor de los intereses populares, de la mayoría del pueblo argentino.

Extraer recursos naturales, combustibles fósiles, gas, petróleo, generar y trasladar energía, ¿para qué y para quiénes?

Ese debe ser el debate que nos demos como sociedad, con el acompañamiento de una política a favor de la igualdad social y para terminar con la pobreza.

El actual modelo energético es una estafa a los bolsillos de la clase obrera. De nada sirven los incrementos salariales que luchamos en paritarias si luego la inflación se lleva lo conquistado con los tarifazos en los servicios públicos y los combustibles.

Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata
Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA)
Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma)