En medio de las negociaciones que lleva adelante el gobierno para poder destrabar el conflicto con las provincias y lograr la aprobación de la Ley de Presupuesto 2019, una de las herramientas que aparece con un acuerdo casi total de las partes, es el aumento de la alícuota aplicable sobre los Bienes Personales en el exterior.
La alícuota pasaría a ser del 1% a partir del próximo año.
Es importarte recordar que la última Ley de Sinceramiento fiscal disminuyó la alícuota de este impuesto al 0,25% a partir del período fiscal 2018, aplicable a todos los bienes gravados, sin discriminar si los mismos se encuentran radicados en el país o en el exterior.
Desde el gobierno justifican que este cambio sería un incentivo para que los U$S100.000 millones de fondos que se estiman hay en el exterior, sean repatriados al país.
De ser confirmada esta medida, generará una mayor inequidad e incertidumbre fiscal a la actual, lo que aleja del país a futuros inversionistas y emprendedores. La seguridad jurídica y la igualdad fiscal son 2 ejes fundamentales para atraer inversiones, y alentar a los emprendedores a desarrollar sus proyectos en el país.
En Argentina ambos principios están lesionados, y estas medidas los empeorarían ya que quienes entraron en el último blanqueo, y a quienes se les garantizó por ley una disminución del impuesto sobre los bienes personales, como beneficio para que se adhieran a la amnistía fiscal, perderán el beneficio obtenido.
Aquellos contribuyentes que poseen bienes gravados en el exterior, pagarían 4 veces más que quienes poseen los mismos bienes pero en el país, esto es un ataque directo a la igualdad impositiva que debe conservar un país para poder sentar las bases de un crecimiento estructural.
F.DeLuca-ámbito