El nuevo gobierno nacional a cargo de Javier Milei atraviesa su primera semana con fuertes y constantes anuncios económicos. El primer paso lo dio el ministro de economía, Luis Caputo, con las diez medidas del paquete de urgencia. Los primeros impactos en la economía real ya se sienten y aún falta que se desencadene, por ejemplo, la quita de subsidios que comenzará en enero. Desde MdpYa hablamos con Rodrigo Blanco, abogado y titular de Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) Mar del Plata, sobre qué esperar y cuál es el panorama en nuestra ciudad.
Se estima que en Mar del Plata hay unos 15 mil beneficiarios del Potenciar Trabajo, un programa nacional que abona la mitad del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) de manera mensual a personas inscriptas y que cumplan con ciertas características y obligaciones, como la “contraprestación con su participación en proyectos socio-productivos, socio-laborales y/o socio-comunitarios o a través de la terminalidad educativa”. En el séptimo punto, el ministro Caputo anticipó que el programa continuará, pero a valores de 2023.
“Las medidas anunciadas por el ministro Caputo impactan muy negativamente. En primer lugar, porque al prorrogar el programa con el mismo presupuesto del año 2023, lo que se plantea es un congelamiento de ese programa con montos que están hoy en la mitad del actual SMVM. Hoy, un titular del programa Potenciar Trabajo está percibiendo como contrapartida por el trabajo que desarrolla 76 mil pesos mensuales”, dijo Blanco a este medio. “Este monto, al ser congelado en un contexto de alta inflación, va a quedar en pocos meses licuado”, explicó.
“Lo que se puede esperar de aquí a los primeros 100 días de gobierno es una muy fuerte crisis económica que todo indica va a recaer fundamentalmente sobre los sectores más posteriores a la sociedad”, anticipó el también dirigente de Libres del Sur.
“Los sectores bajos van a ser quienes paguen el mayor costo del ajuste teniendo, por un lado, un congelamiento del Potenciar Trabajo, y un incremento en la AUH y en la Tarjeta Alimentar que seguramente se vea licuado en los próximos dos meses por los aumentos de alimentos que se esperan. Luego tendremos un impacto muy fuerte de tarifas tanto de luz como de gas, producto de la quita de los subsidios que se anuncian a partir de enero”, ilustró.
En cuanto a la situación puntual de Mar del Plata, Rodrigo Blanco aseguró que “se manifiesta de la misma forma que en todo el país con salarios, jubilaciones y asignaciones sociales que no alcanzan hoy para cubrir los gastos mínimos necesarios de muchísimas familias. Habrá una pronunciada aceleración del proceso de empobrecimiento de gran parte de nuestro pueblo”.
Cuál es, entonces, el flujo de comunicación y trabajo con el gobierno municipal para intentar contener tal derrumbe, si alguno. Para la experiencia de Blanco, “hay nuevamente un corrimiento del gobierno municipal de no hacerse cargo de la realidad que atraviesan miles de marplatenses y batanenses. Por un lado, continuamos con este monto irrisorio de la tarjeta alimentaria municipal congelada en 876 pesos desde hace 4 años: ya no alcanza para comprar siquiera medio kilo de yerba”.
Las proyecciones tampoco resultan esperanzadoras. Guillermo Montenegro asumió su segundo mandato consecutivo al frente de General Pueyrredon, y por lo pronto decidió mantener al equipo de conducción de la secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Vilma Baragiola.
Si bien no hubo diálogo formal desde la asunción hasta el momento, Blanco aseguró que en la actualidad “no hay otro tipo de política alimentaria existente ni respecto a las familias ni respecto a los comedores comunitarios. Tampoco encontramos realmente una predisposición del gobierno de crear política pública tendiente a dar respuesta a la política alimentaria necesaria a esta situación que estamos atravesando y que se va a ver agravada en los próximos días, pero tampoco hay una política vinculada, por ejemplo, a la generación del suelo urbano o a la solución, de alguna manera, de la gran problemática que tenemos vinculada al déficit habitacional y de vivienda”.