Todo ocurrió en las primeras horas de este viernes en el colegio Nueva Pompeya, de Maipú y Funes. Un obrero que realizaba reparaciones allí quiso recuperar su celular, que se le había caído el día anterior a un pozo de 18 metros. Si bien su estrategia en un principio funcionó, no pudo subir por sus medios y debió ser rescatado por los bomberos.
El trabajador había utilizado una soga para descender hacia donde estaba su teléfono celular. Según compartió con medios marplatenses, tenía que tomar su dispositivo ya que es su herramienta de trabajo.
Sin embargo, cuando quiso trepar esos 18 metros para volver a la superficie, se encontró con que no alcanzaba la soga y que no podía salir por sus propios medios.
Al conocer la situación, autoridades del colegio llamaron al Cuartel de Bomberos del Centro que envió una dotación, y en conjunto con personal de Rescate y Defensa Civil lograron salvar al obrero.
Afortunadamente, el trabajador no sufrió ninguna lesión. A pesar de la fuerte caída, su celular aún funcionaba.