Según diplomáticos de la UE, los negociadores del Reino Unido han insinuado que estarían listos para hacer concesiones sobre el tema fronterizo en Irlanda.
El Reino Unido se ha comprometido a proporcionar información que podría ayudar a resolver un conflicto sobre la frontera irlandesa, el asunto más espinoso de las conversaciones sobre el brexit, de acuerdo con una persona familiarizada con las discusiones.
Los negociadores de la Unión Europea están reescribiendo una parte clave del acuerdo de separación para tratar de hacerlo más tolerable para el lado del Reino Unido.
Están tratando de encontrar soluciones técnicas para evitar una frontera marítima entre Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña, como parte de un esfuerzo más amplio para evitar que haya una frontera en la isla de Irlanda.
Para hacer eso, necesitan datos sobre el volumen y el tipo de productos que transitan a través del mar de Irlanda.
El jefe negociador de la UE, Michel Barnier, pidió en agosto públicamente al gobierno británico que proporcionara la información.
El secretario del Brexit, Dominic Raab, le dijo a Barnier la semana pasada que entregaría los datos sobre los flujos comerciales, de acuerdo con una persona familiarizada con la situación que prefirió no ser identificada.
Si bien es un paso menor, podría ser una señal de que es posible avanzar en el tema que ha obstaculizado las conversaciones durante un año.
Según diplomáticos de la UE, los negociadores del Reino Unido han insinuado que estarían listos para hacer concesiones sobre el tema fronterizo una vez que los peligros políticos de la convención del Partido Conservador a principios de octubre estén fuera del camino.
Ambas partes aspiran a lograr un acuerdo de divorcio en noviembre.
Las conversaciones sobre la frontera irlandesa se han estancado desde febrero, cuando la UE presentó una propuesta para una llamada medida de “backstop”, o salvaguardia, que efectivamente mantendría a Irlanda del Norte en la unión aduanera del bloque y partes del mercado único.
Pero esa medida equivaldría a erigir una frontera aduanera entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña, lo que según la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, es inaceptable.
Los funcionarios ahora intentan minimizar el alcance del “backstop”, a la vez que mantener la intención original, y ven los datos de flujo comercial como la clave para eso.
Puede haber muchas áreas donde hay poco comercio, lo que significaría que esos sectores necesitarían un monitoreo mínimo de manera continua, dicen los funcionarios.
Es probable que los datos también muestren que muchos bienes destinados a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña transitan a través de Dublín, por ejemplo, lo que significa que los controles pueden tener lugar en la capital irlandesa en lugar de agregar controles políticamente más sensibles en los puertos de Irlanda del Norte, dijo la fuente.
May necesita mantener de su lado a los aliados del Partido Unionista Democrático, DUP por sus siglas en inglés, de Irlanda del Norte, ya que sin ellos no tiene una mayoría en el Parlamento.
Para el DUP, cualquier barrera entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña sería inaceptable. El DUP puede ver la entrega de datos por parte de Raab a la UE como evidencia de que el Reino Unido se está preparando para hacer concesiones sobre el “backstop”.
El DUP ha dicho que evitar una frontera en el mar de Irlanda es un asunto crítico para su apoyo a May. “No veo ninguna forma para que el DUP apoye una ni un “backstop” solo en Irlanda del Norte”, dijo Richard Bullick, ex asesor de los líderes del partido Peter Robinson y Arlene Foster. “Hubiera pensado que no hay forma de que el DUP acepte que Irlanda del Norte sea tratada de manera diferente al resto del Reino Unido en este aspecto, casi a cualquier precio”.
D.Doyle y T.Ross-Perfil