Lo mismo que se accionó en el comienzo de la pandemia se reitera en esta segunda ola que viene con virulencia en la ciudad.

Lo cierto es que el municipio ya está trasladando pacientes a hoteles al haber incrementándose casi un 110% la ocupación de camas en los últimos días. La advertencia de las clínicas y los hospitales públicos se hizo realidad: estamos al límite del colapso. Mientras algunos pacientes recorren horas para conseguir internación, los colectivos viajan llenos y sin ningún control, el intendente pide que cada uno se cuide mucho y no fija políticas concretas de prevención y los hoteles ahora son hospitales. O simulan serlo. Un escenario más que preocupante.

Según se desprende de información municipal ocho personas infectadas con coronavirus se encuentran aisladas en los hoteles, uno de ellos es el Hotel Tierra del Fuego situado en la calle Entre Ríos al 1500 y el otro es un sector del Hotel 13 de Julio de la calle 9 de julio, perteneciente éste último al sindicato de Luz y Fuerza.

El establecimiento hotelero ubicado en Entre Ríos al 1500 cuenta con 90 camas. Allí se brinda asistencia a pacientes leves y moderados con o sin requerimiento de oxígeno que estando internados en centros hospitalarios, no reúnen condiciones clínicas para el alta definitiva y/o no tienen condiciones socioambientales para permanecer aislados y controlados médicamente en sus hogares.

Mientras tanto, los números alarman y mucho. Pero no hay una medida del intendente tendiente a restringir la circulación, aumentar frecuencia de colectivos o controlar los aforos en gastronomía. Hace minutos se podía ver en distintos puntos de la ciudad a chiquilines con sus guardapolvos subiendo a colectivos atestados y pasajeros dentro de los mismos pidiendo que todos colaboren abriendo las ventanillas.

Por último, la ocupación de camas de terapia creció un 107% en los primeros 26 días de abril. En el primer día del mes había 65 camas de cuidados intensivos ocupadas por marplatenses y batanenses. Hoy, ya hay 135 personas en estado crítico.

Los números oficiales también dan cuenta que el uso de respiradores artificiales se incrementó un 221% desde el 1º de abril. Al día de hoy se requieren 45 artefactos para asistir a pacientes que cursan la infección de Covid-19.

La realidad es dura y duele. El problema central es no tener intenciones de querer modificarla y estar todas las semanas prendiendo velas para que Provincia no nos baje de Fase. Siempre trabajando para los restaurantes, cafeterías y, en su momento, los balnearios. Del resto, el intendente ya resolvió que nos cuidemos y arreglemos solos.

IMAGEN ILUSTRATIVA