Sin consulta ni participación popular, se dio autorización a la realización de operaciones para la extracción petrolífera frente a las costas de Mar del Plata.
Este proceso de extracción off-shore tiene un altísimo nivel de riesgo de contaminación por derrames petroleros, poniendo riesgo las principales actividades económicas de la zona que son el turismo y la pesca.
Manuel Golomb, referente de “Misión soberania” explicó los riesgos que implica esta actividad: “El sector energético representa el 53% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Argentina, y a pesar de los esfuerzos en aumentar la explotación petrolífera en otras provincias, aun hay millones de argentinxs que acceden de manera precaria a la energía, encontrándose en una situación de pobreza energética que atenta contra su desarrollo humano integral”.
Los sectores que vienen trabajando articuladamente en pos de una “transicion verde” (avanzar hacia un modelo de desarrollo sustentable) insisten en la descarbonización como eje rector de las políticas energéticas.
Frente a la crisis socio-ecológica declarada como “alerta roja” por la ONU, urge construir una Transición Energética Justa y Popular, que ponga el eje en la descarbonización de la economía, pero también en garantizar el acceso a la energía como un derecho humano en vistas de construir mayor justicia social.
“Queremos una transición soberana, planificada, con una mirada situada y sin afectar las principales fuentes de empleo de los sectores más humildes” explica Golomb.
Para las organizaciones que trabajan la temática, la salida es colectiva, con más participación popular, fortaleciendo las capacidades locales y la creación de empleos vinculados a las energías renovables, pero por sobre todo, la salida es construyendo comunidad organizada.