Petteri Orpo, líder del partido conservador finlandés Kokoomus, se proclamó vencedor de las reñidas elecciones parlamentarias celebradas el domingo por la noche.
Orpo, antes en la oposición y ahora con 48 de los 200 escaños del Parlamento, tiene la primera oportunidad de formar una coalición para obtener la mayoría.
Petteri Orpo, líder de Kokoomus ha destacado tras su victoria: “Creo que el pueblo finlandés quiere un cambio. Quiere un cambio y ahora voy a iniciar negociaciones, negociaciones abiertas, con todos los partidos. Y tengo una cuestión crucial, la economía. Tenemos que arreglar nuestra economía. Tenemos que hacer reformas que impulsen nuestra economía”.
A pesar de que su partido quedó en tercer lugar, con 43 escaños, el partido gobernante de la primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, ganó apoyos:”Desde hace mucho, mucho tiempo, el partido de ningún primer ministro había conseguido aumentar su apoyo en número de escaños. Es un logro brillante, aunque hoy no hayamos quedado primeros”.
La líder del partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses, Riikka Purra, agradeció a sus simpatizantes el segundo puesto obtenido con 46 escaños: “Queridos y amados finlandeses, ¿sabéis lo que habéis hecho? Habéis conseguido el mejor resultado de la historia para este partido”.
Pero según el sistema de representación proporcional de Finlandia, será necesario que haya una coalición que reúna más de la mitad de los 200 escaños del Parlamento para gobernar el país.
El SDP de Sanna Marin fue, junto al minoritario Partido Popular Sueco, el único de los cinco socios de la actual coalición gubernamental que no perdió apoyo popular.
Durante la campaña, la primera ministra planteó las elecciones como un pulso de valores entre la izquierda y la derecha, dando a entender que el único modo de evitar la victoria de la ultraderecha era votar al SDP.
La táctica de apelar al voto útil, dirigida sobre todo a los indecisos, caló en una parte de los votantes tradicionales de Los Verdes y la Alianza de Izquierdas, que esta vez votaron a los socialdemócratas para frenar a la derecha.
A causa de ello, los Verdes, en los que milita el ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, perdieron 7 de sus 20 escaños y la formación de izquierda 5 de sus 16, por lo que difícilmente podrán aspirar a ser tenidos en cuenta para la próxima coalición de Gobierno.
No obstante, el gran perdedor de la jornada fue el Partido de Centro, una de las fuerzas políticas más tradicionales del país, que perdió 8 de sus 31 diputados tras cosechar un 11,3 %, el peor resultado de su historia.