Ya son miles los kits distribuidos en la región. Son sensibles, rápidos, económicos y no requieren de equipamiento extra. En Argentina ya son empleados para fortalecer el plan Detectar.
La Organización Panamericana de la Salud anunció que las pruebas de diagnóstico rápido de antígenos “podrían transformar la respuesta de la región a la pandemia”. Según la OPS, son “asequibles y confiables”, se podrían realizar “en cualquier lugar” y brindar resultados en apenas 15 minutos.
En conferencia de prensa, su directora Carissa Etiene, aseguró que si se distribuyen ampliamente, podrían transformar el rumbo de la covid-19 y funcionar como “un parteaguas”. En los próximos días, la institución repartirá cientos de miles a través de su Fondo Estratégico entre las naciones-miembro.
En Argentina los test de antígenos fueron presentados el mes pasado por el Ministro de Salud, Ginés González García, y luego fueron probados con éxito en barrios de Quilmes y Florencio Varela. Se trata de una herramienta adicional que robustecerá la aplicación del Plan Detectar, la estrategia del gobierno vinculada al aislamiento y a la detección temprana de casos. Demora entre 15 y 20 minutos en entregar los resultados, no requiere de equipamiento adicional para su procesamiento y evaluación y, lo que aún significa más, es 10 veces más barata que los diagnósticos realizados por técnica PCR.
La novedad con los test de antígenos no es regional, sino que Europa comenzó a utilizarlos hace casi dos meses con el propósito de monitorear e identificar con mayor celeridad a los pacientes sintomáticos y leves.
Como a nivel doméstico todavía no se producen, el gobierno ha negociado la compra de medio millón de ejemplares provenientes de firmas de EEUU, Alemania y Corea del Sur, para complementar la cifra que podría llegar desde la OPS.
De hecho, hasta el momento, ya fueron aprobados y autorizados por Anmat seis tests de antígenos distintos.
Ahora bien, ¿cómo es el procedimiento? Una vez realizado el hisopado nasofaríngeo o nasal no se requiere de laboratorios ni de condiciones especiales de bioseguridad. En efecto, las muestras pueden ser procesadas en el mismo lugar en el que se testea.
Luego de extraer la muestra, el hisopo se coloca en un tubo, se le agrega una solución y se colocan unas gotas en un reactivo que –precisamente– realiza la reacción y define si es positivo o negativo.
En 15 minutos están los resultados, no hacen falta horas ni días para esperarlos. Pronto, la persona sabe si se ha contagiado o no, y ello habilita su aislamiento en centros de salud al instante. La ventaja es que tener los resultados con velocidad permite tomar decisiones rápidas. Un aspecto esencial en un escenario tan dinámico y desafiante como el que presenta la pandemia.
Por Pablo Esteban-p12