Hoy el gobierno decidió cortar el total suministro de Gas Natural Comprimido (GNC). La falta del servicio comenzó a notarse hace dos semanas, y hoy para priorizar el abastecimiento de gas en los hogares, se tomó la decisión de frenar la venta en las expendedoras de combustible.

“Tenemos gas en Vaca Muerta, no lo podemos transportar porque no tenemos cañería, y terminamos importándolo y vendiéndolo en el mercado interno a un precio que genera pérdidas fabulosas que terminan siendo asumidas por el Estado”, contó Patricio Delfino, miembro de la comisión directiva de la cámara de combustible de expendedores de Mar del Plata y zona.

“Hoy se cumplen 15 días que las estaciones interrumpibles están cerradas, alguna consiguió lo que llamamos un semifirme que le permite vender algunos metros cúbicos, y después están las estaciones firmes que tienen autorización para vender el volumen firme que tengan contratado de transporte. De momento el frio no ayuda, la temperatura no termina de levantar y la demanda de gas domiciliario está altísima y produce falta de presión en los gasoductos”, explicó.

El problema está situado en el transporte, particularmente en la cañería, porque el gas se traslada de esta manera, indicó Delfino. “No es un tema que se va a solucionar de un día para otro, sobra gas en Vaca Muerta pero no se lo puede evacuar por falta de capacidad de transporte”, remarcó.

“Lo que va a haber próximamente, que podría ser “la solución”, es la importación por barcos de gas licuado, se descargará en los puertos de Escobar, en el norte de la Provincia de Buenos Aires y en Bahía Blanca y eso se inyectará al sistema de gasoductos. Con ese aporte extra que se hace mucho más cerca de los centros de consumo, se va a solucionar, es decir, levantar la presión y va a haber gas en los gasodutos.”

Sin embargo, “ese gas se importa a 13 dólares el millón de VTU, la unidad que se toma de medida, y se vende en el mercado interno a 4 dólares el millón de VTU, por lo cual esa pérdida de 9 dólares la tiene que asumir el Estado dando subsidios. “La plata la termina poniendo el Estado como viene ocurriendo hace muchos años por la vía de los subsidios, asique ese es el dilema: Tenemos gas en Vaca Muerta, no lo podemos transportar porque no tenemos cañería, y terminamos importándolo y vendiéndolo en el mercado interno a un precio que genera perdidas fabulosas que terminan siendo asumidas por el Estado, entonces el Estado despilfarra recursos en subsidios energéticos, en lugar de por ejemplo, invertirlos en una cañería que sería la solución a los problemas a largo plazo.”