Un reciente comunicado desde la Jefatura de Gabinete listó puntos defendiendo la metodología frente a la más reciente aceleración de la inflación
La devaluación en lo que va del año, y su transferencia a precios, ya comenzó a ver su reflejo en el mercado inmobiliario. Entre otros aspectos, la accesibilidad de los créditos UVA fue una de las problemáticas más planteadas en los últimos días. Frente a esas dudas, desde el Gobierno salieron a defender el sistema, planteando que “las casi 100.000 familias que tomaron estos créditos tomaron una buena decisión”.
La mecánica de las Unidades de Valor Adquisitivo, que se ajusta en línea con la inflación, comenzó a elevar las cuotas que los tomadores de líneas de ese tipo enfrentan. Una mayor cuota inicial representa menor accesibilidad para la población cuyos ingresos aún no recuperaron terreno contra la suba de precios en general.
De todas formas, en el más reciente comunicado de la Jefatura de Gabinete el Gobierno expresó que “la UVA sigue siendo la mejor manera de acceder a la vivienda propia”. Si bien se reconoce que “se volvió algo más difícil que hace unos meses, por el aumento del dólar y la resistencia a la baja en el precio en dólares de los inmuebles”, desde el área liderada por Marcos Peña destacan que sin el uso de las UVA, “la situación sería peor”.
Contextualizando la situación, el Gobierno apunta al mercado de créditos hipotecarios, que hasta principios de este año arrastraba una fuerte tendencia de crecimiento desde 2015. De acuerdo a datos de Jefatura de Gabinete, en lo que va de 2018 se entregaron más créditos de ese segmento que en todo el año pasado.
Para los UVA, específicamente, las cuotas iniciales subieron menos que el promedio de los salarios. Al mismo tiempo, el Gobierno reconoce que “2018 será un año difícil, en el que las cuotas crecerán por encima de los salarios”, pero dado los plazo de 20 o 30 años de este tipo de créditos, cree que “debe pensarse en horizontes más largos”.
Y si bien el aumento de cuotas en algunos casos fue apuntada como disparador de morosidad, desde el equipo de Peña aseguran que “la tasa de irregularidad de hipotecarios es insignificante, la más baja del sistema bancario”. También recordaron la medida de contención incorporada en la modalidad UVA donde el tomador puede alargar el plazo si la cuota crece un 10% por arriba de la que resultaría de haber ajustado por el índice de salarios del Indec.
En general, los analistas privados coinciden en que la ecuación para los que sacaron un crédito hipotecario UVA era beneficiosa en abril de 2016, cuando se lanzaron, pero que desde comienzos de este año, cuando la aceleración inflacionaria y la suba del dólar empezaron a pisar más fuerte, los requisitos de ingresos mínimos para acceder son tales que gran parte de los que se plantean sacar uno estarían pagando casi más que un alquiler.
Infobae