A pesar de los considerables aumentos durante el 2018 del combustible (75%), del transporte público (casi un 40% el colectivo y un 25% los taxis), los marplatenses se niegan a abandonar los vehículos de tracción mecánica: la bicicleta todavía en la ciudad no es una opción, relegada por la inseguridad y la falta de bicisendas, en un contexto de crisis económica.
“La caída es bastante importante tanto en las ventas como en las reparaciones . Uno piensa que por la salud o por el aumento de la nafta, la gente va a agarrar la bici pero no es así, lamentablemente. Los marplatenses están muy aburguesados, aunque se gaste más, siguen con el auto”, afirmó en diálogo con 0223, Agustín Fraysse, propietario de la bicicletería Murray, de Paso al 3000.
En ese análisis, no restó importancia a la inseguridad, donde es muy habitual el robo de bicicletas. “He tenido clientes que les ha durado una semana una bici nueva. Así como la reparaciones. Por ahí tienen una bici tirada durante años y cuando las quieren reparar, les cuesta $2000”, señaló.
Más allá de la cuestión económica, la falta de bicisendas es un motivo a la hora de largar el auto por la bici. Para Fraysse, el tránsito “está complicadísimo y es un peligro para cualquiera”, expresó.
Por su parte Gustavo, que tiene un local de reparación de bicicletas en el barrio Pueyrredon, consideró que estos últimos meses, “fue la peor temporada” tanto para él como sus colegas y eso según su análisis “es porque no hay plata en la calle”.
“Arreglan la bici cuando ya no les permite andar en la calle, sino la mantienen como está”, agregó.
Nahuel, propietario de CesarBikes, de Avellaneda y San Luis, explicó que la recesión sumado a la gran inseguridad, son condicionantes la hora de elegir reemplazar el auto por una bici.
“Hace 30 años uno andaba en bicicleta por cualquier barrio. Ahora y desde hace unos 15 o 20 años, andas con miedo porque te la roban en cualquier lugar. Se han perdido los valores como sociedad”, señaló.
En relación al costo del vehículo, el hombre explicó que “siempre una bicicleta medianamente buena ha costado 300 dólares, o sea unos 12.000 pesos. Si te la sacan en la calle por nada, porque uno anda indefenso, es mucha plata reponerla. La gente la piensa dos veces antes de usarla como medio de transporte. Y la crisis tampoco ayuda mucho”.