Desde el colectivo Mumalá repudiaron las declaraciones que expresó el Secretario de Salud de la comuna, Gustavo Blanco, respecto de las acciones locales que se impulsan para intervenir en casos de aborto al asegurar que su mensaje “desinforma y desresponsabiliza al Estado de un asunto de salud pública”.
Tras la entrevista que brindó el funcionario al portal elmarplatense, Noelia Barbas, referente de la organización, criticó al titular de la cartera municipal, quien había planteado la necesidad de dar una discusión de las dificultades económicas que implicaría para el Estado atender cada uno de los casos, ya que sostuvo que este tipo de afirmaciones representan una “falacia”.
“Decir que la ciudadanía tendrá que costear estas operaciones con sus impuestos son una falacia que deja entrever la postura ideológica que los funcionarios del Gobierno Municipal toman ante esta problemática, ya que de ser una cuestión de salud pública no es ético discutir el costo económico por sobre la vida y la salud de las mujeres”, aseveró la profesional de la salud.
En el marco del debate que deberá retomarse en el Congreso en 2019, Barbas recordó que en Argentina el aborto es legal desde 1921 y aseguró que ya “existe actualmente un Protocolo Nacional para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, al cual adhiere la Provincia de Buenos Aires, y en el que se establecen los criterios a considerar para brindar una atención adecuada a la mujer que manifiesta su intención de interrumpir el embarazo”.
La referente de Mumalá aseguró que en las situaciones en las cuales se considera que la mujer puede acceder a este derecho remarcó que “los servicios de salud pueden ofrecer un procedimiento medicamentoso ambulatorio”. “Y esto esta en contraposición a lo planteado por el Secretario de Salud quien manifiesta que el procedimiento de ILE es un acto quirúrgico complejo que requiere internación”, apuntó.
En este sentido, recordó lo explicitado por el Protocolo Nacional previsto en estas prácticas que señala: “Los riesgos asociados con la interrupción del embarazo, si bien son mínimos cuando se realiza adecuadamente, aumentan con la edad gestacional”. “Los procedimientos que pueden ser utilizados para la interrupción durante el primer trimestre son menos invasivos y pueden realizarse de manera ambulatoria”, concluyó.
Blanco había puesto énfasis en la necesidad de tomar los recuados necesarios para proceder con este tipo de prácticas y articular los protoclos pertinentes con las distintas autoridades sanitarias. “Esto conlleva una buena preparación prequirúrgica de la persona, con su correspondiente electrocardiograma, la evaluación de su estado de coagulación, que muchas veces está alterado en el embarazo y hay que tener mucho cuidado, además de prácticas de ecografía, y después del acto también tiene que haber un control posterior de la cirugía con una internación”, detalló el funcionario, quien sostuvo: “No es algo tan simple de realizar”.