Cada tanto , pero en forma recurrente, periodistas, polA�ticos y estudiosos, reabren esta dolorosa polA�mica, en forma casi impA?dica, fundamentando sus opiniones en argumentos subjetivos, dejando de lado concluyentes pruebas, que hacen rondar esa cifra entre las 25 a 30 mil personas.
Se argumenta que la CONADEP contabilizA? 9.800 vA�ctimas, cifra esta que se redujo a 6.348 personas, cuando en el aA�o 2016, la SecretarA�a de Derechos Humanos de la Nación, depurA? los listados al crear el a�?Registro Unificado de VA�ctimas del Terrorismo de Estadoa�?
Este tema, tiene varias aristas, bien manipuladas por ciertos sectores negacionistas, que al amparo de una polA�tica estatal de desaprensión hacia la verdad histA?rica, alimenta cada dA�a mA?s, la reducción a la mA�nima expresión de esta tragedia argentina.
En primer lugar, no debe olvidarse el contexto histA?rico en el que se desarrollaron estos hechos. Si este extremo no es considerado, entonces pocas posibilidades existirA?n de comprender lo que ocurriA? realmente y la conclusión puede ser cualquiera, la que se le antoje a quien quiera. Si por el contrario, la realidad es analizada en dicho contexto, repararemos en que, aunque sea en contra de nuestra voluntad y querer, la conclusión puede ser otra.
Es acA?, donde conviene efectuar la siguiente aclaración: la Conadep nunca denunciA? 9.800 desapariciones. Esta Comisión, entregA? al Poder Ejecutivo un informe, el cual consistA�a en que 9.800 personas denunciaban la desaparición en manos de Fuerzas del Estado Argentino, de alguno de sus familiares.
Para probar tal extremo, posteriormente el Estado Argentino sancionA? una serie de leyes que ponA�an en manos de la justicia, determinar si una persona estaba o no desaparecida.
El a�?Registro Unificado de Victimas de Terrorismo de Estadoa�?, es un brillante documento, que depuro aA?n mas esa cifra, pero haciendo hincapiA� en los casos que estaban judicializados, con lo cual no es la palabra final sobre la cantidad de desaparecidos en Argentina.
En segundo lugar, se pone el acento sobre el a�?gasto en reparacionesa�? que debe afrontar el Estado. Veamos.
SegA?n un cA?lculo del a�?Centro de Estudios Legales y Socialesa�?, para aA�o 2002, se habA�an concedido 5.665 beneficios por desapariciones forzadas de personas y por asesinatos 937, sobre 1648 peticiones,una cifra muy exigua, si nos atenemos a las declaraciones formuladas por Camps, el 22 de diciembre de 1983 a la Revista a�?La Semanaa�?, (AA�o VII, NA?mero 368).
En tal declaración, dijo: a�? Mientras yo fui jefe de la PolicA�a de la Provincia de Buenos Aires, desaparecieron unas 5.000 personas. A algunas de ellas, le dA� sepultara en tumbas NNa�?. En el siguiente nA?mero de dicha revista , sostuvo la misma versión. No dijo , que hizo con las demA?s personas, a las que no les dio sepultara.
Es un deber pendiente de Estado, efectuar una publicación acerca del estado actual de los expedientes que tramitan ante la SecretarA�a de Derechos Humanos de la Nación, a efectos de aclarar de nebulosa situación, lo que traerA�a certeza a este escenario.
En tercer lugar existen cifras ciertas que dan cuenta de la magnitud de esta tragedia, que nos acerca al nA?mero de 30.000.
Veamos: En Argentina, entre diciembre de 1975 y octubre de 1983, existieron , según el propio Estado Argentino, 762 Centros Clandestinos de Detención, a lo largo de todo el territorio nacional.
Por el a�?CCDa�? de la Escuela MecA?nica de la Armada (Esma), pasaron cerca de 5.000 personas, de las cuales sobrevivieron 400. Por los Centros Clandestinos de Campo de Mayo (a�?El Campoa�? y el a�?Campitoa�?) , unos 7000, sobreviviendo solo 43 personas. Sobre este tema, recomiendo el libro, a�?El Osario de la RebeldA�a A�, de Enrique VA?zquez, que ilustra esta situación.
En la Provincia de CA?rdoba, funcionaron varios Centros Clandestinos de Detención, (a�?La Riberaa�?, a�?La Perlaa�?, a�? La Perla Chicaa�?, a�?Unidad Penitenciaria NA?mero 1a�?) contabilizA?ndose unas 4.000 desapariciones en la zona cordobesa. La Provincia de Santa Fe no se quedA? atrA?s: en sus Centros Ilegales de Detención pasaron otras 4.000 personas.
Pero no debemos olvidar a las Provincias del Oeste Argentino, San Luis, San Juan y Mendoza, como asA� tampoco a las del Este Argentino, Entre RA�os, Corrientes, Formosa, Chaco y Misiones y menos las del Norte, tales como TucumA?n, Formosa, Salta y Jujuy. Nunca se supo, cuantas personas fueron desaparecidas en TucumA?n. Asimismo, los juicios en curso en la Provincia de Mendoza, estA?n trayendo novedades, antes desconocidas sobre este tema, que pueden aumentar las cifras. Huelga en consecuencia, hacer nA?meros, ante este escenario.
En cuarto lugar, siempre se ha obviado el informe del espA�a chileno, Enrique Lautaro Arancibia Clavel, quien por mediados de 1978, remitiA? el siguiente dossier a sus jefes de la a�?DINAa�?, agencia estatal chilena de inteligencia, similar a la a�?SIDEa�? vernA?cula: “En estas listas van tanto los muertos “oficialistas” como los “no oficialistas”.Este trabajo se logrA? conseguir en el BatallA?n 601 de Inteligencia del EjA�rcito sito en Callao y Viamonte de esta capital, que depende de la Jefatura II Inteligencia EjA�rcito del Comando General del EjA�rcito y del Estado mayor General del EjA�rcito.
Estas listas corresponden al Anexo 74888,75/0 A.1 E.A. y al Anexo 748 89.75 id.. Los que aparecen NN son aquellos cuerpos imposibles de identificar, casi en un 100% corresponden a elementos extremistas eliminados “por izquierda” .. Se tienen computados 22,000 entre muertos y desaparecidos, desde 1975 a la fecha. LuA�s Felipe Alemparte DA�az”
Tal informe, se encuentra incorporado a muchas causas judiciales, concluidas o en curso, sin embargo, el Estado Argentino y todas sus agencias dedicadas al estudio de nuestro pasado, poco ha hecho en la investigación en base al mismo que se encuentra a resguardo en la Universidad Chilena, a�? Alberto Hurtadoa�?.
Por A?ltimo en quinto lugar, hay ejemplos prA?cticos, casi dirA�a didA?cticos, que demuestran la inutilidad de ceA�irnos a una suma o resta aritmA�tica en este tema, dejando de lado una rigurosa investigación histA?rica.
Adelina Dematti de Alaye, Madre de Plaza de Mayo y madre de Carlos Estaban Alaye, nacido en Adolfo Alsina, Provincia de Buenos Aires, pero crecido y educado en la ciudad de Azul, pues Adelina fue Maestra del JardA�n 901 de dicha ciudad, secuestrado el 5 de Mayo de 1977, fue autora de una gran obra, al que la justicia nunca presto atención. Se titulA?: a�?La Marca de la Infamiaa�? Asesinatos, Complicidad e Inhumaciones en el Cementerio de La Plataa�?, (La Comuna Ediciones- AA�o 2008).
En su investigación Adelina, rescatA? 24 cuadernos de anotaciones pertenecientes a dicho nosocomio. Casa cuaderno, contenA�a 1800 inhumaciones, la mayorA�a de personas, enterradas como a�?NNa�?, cuya causa de muerte fue: a�?Herida por Proyectil de Arma de Fuego o Destrucción de Masa EncefA?licaa�?. En el facsA�mil adjunto, se observa el destino final de todas las vA�ctimas, fue el osario, con lo cual nunca se las podrA? individualizar. Solo una de ellas pudo ser identificada. Se trata de la vA�ctima que lleva el Acta de Inhumación NA?mero 40516, abatida el 29 de Junio de 1976, cuerpo correspondiente a Daniel A?ngel RomA?n SuA?rez, secuestrado el 19 de Junio del aA�o 1976 en la ciudad de Mar del Plata. Gracias al Equipo Argentino de AntropologA�a Forense, su cuerpo fue identificado en el aA�o 2011.
RomA?n SuA?rez, fue secuestrado junto a otras 7 personas, cuyo destino se ignora, como se ignora quienes eran las otras once personas muertas ese 29 de Junio. La prueba de estas muertes, se encuentran en este comunicado: a�?El Comando de Zona I a��Informa que en horas de la madrugada del 29 de junio, elementos subversivos atentaron contra distintas reparticiones policiales de la zona de La Plata.
Como consecuencia de los mismos y producido el despliegue de fuerzas conjuntas, se produjeron enfrentamientos con extremistas en distintos sectores de la ciudad, resul- tando muertos 12 elementos subversivos. Solo unos pocos lograron fugar en algA?n vehA�culo que se encontraba en apoyo. Se capturaron, entre otras armas, algunos FAL, pistolas ametralladoras y granadas de guerra. En el interior de los vehA�culos secuestrados se hallaron planos de las dependencias policiales sobre las que se pretendiA? atentar. Los efectivos conjuntos intervinientes no sufrieron bajas, salvo dos heridos de carA?cter leve”.. (Diario a�?La Opinióna�?, 30 de Junio de 1976).
Ante tantas pruebas, es hora que el Estado Argentino, concluya con esta amarga polA�mica, realice una investigación profunda y determine de una buena vez la cantidad de vA�ctimas del Terrorismo de Estado, por esto tambiA�n es parte de la Verdad HistA?rica y no una simple discusión numA�rica.
Carlos A. Bozzi
Abogado.
Mar del Plata.
Sobreviviente de a�?La Noche de las Corbatasa�? (1977)