Son los desarrollos de Sinovac, Pfizer, Moderna y AstraZeneca. En este grupo etario, el principal objetivo de la inoculación es disminuir el contagio poblacional y la protección individual.

Al menos cuatro vacunas contra el coronavirus (Sinovac, Pfizer, Moderna y AstraZeneca) que ya se aplican están siendo probadas en niñas, niños y adolescentes, una población que si bien la mayoría de las veces tiene formas asintomáticas o leves de la enfermedad, transmiten el virus como cualquier adulto, y en este caso el principal objetivo de la inoculación es disminuir el contagio poblacional y la protección individual.

“Lo primero que se tiene que probar en niños es que sea segura para esa población, independientemente de que ya se esté aplicando en adultos; otro tema es ajustar la dosis”, señaló a Télam la infectóloga pediátrica Analía De Cristófano.

“Si bien la mayoría de niñas, niños y adolescentes transita la enfermedad con formas leves e incluso asintomáticas, sería muy bueno poder proteger a pacientes pediátricos que son población de riesgo”
ANALÍA DE CRISTÓFANO, INFECTÓLOGA PEDIÁTRICA

Y continuó: “Si bien la mayoría de niñas, niños y adolescentes transita la enfermedad con formas leves e incluso asintomáticas, sería muy bueno poder proteger a pacientes pediátricos que son población de riesgo como inmunosuprimidos u oncológicos, entre otros” casos.

La especialista indicó, además, que “otra situación grave en pediatría es el Síndrome Inflamatorio Multisistémico (SIM), que si bien es muy poco frecuente, se trata de un cuadro que se presenta unos días después del cuadro agudo de Covid-19, e incluso en pacientes que fueron asintomáticos y que produce una inflamación en diferentes órganos del cuerpo; si las vacunas evitaran la propagación de la enfermedad podrían ayudar a prevenir esta complicación “.

Sinovac

Este martes, la farmacéutica Sinovac anunció que su vacuna contra el coronavirus fue “segura” y “eficaz”, según datos preliminares de ensayos clínicos de fase I y II en los que participaron más de 500 niñas, niños y adolescentes entre 3 y 17 años que recibieron dos inyecciones de dosis media o baja de vacuna, o un placebo, informó la publicación Nikkei Asia.

Según señaló Gang Zeng, investigador de la compañía, en la conferencia de prensa realizada en Beijing, la vacuna es segura y sólo dos niños de 3 y 6 años tuvieron fiebre alta durante los ensayos mientras que el resto presentó síntomas leves o moderados.

AstraZeneca

El 15 de febrero, la Universidad de Oxford, junto con tres sitios asociados en Londres (de Southampton y Bristol), lanzó un estudio para evaluar la seguridad y las respuestas inmunes en niñas, niños y adolescentes sanos de 6 a 17 años de su vacuna contra el coronavirus desarrollada junto a AstraZeneca.

El objetivo del ensayo es inscribir hasta 300 niños: 150 participantes de entre 6 y 11 años y hasta 150 participantes de entre 12 y 17 años.

Al hacer el anuncio de este estudio, desde Oxford señalaron que si bien “es cierto que la mayoría de los ingresos hospitalarios durante la pandemia han sido de adultos mayores, hubo una pequeña cantidad de niños que desarrollaron síntomas graves cuando contrajeron Covid-19 y requirieron hospitalización (más de 700 en la primera ola en el Reino Unido). Muchos de estos niños tenían condiciones médicas preexistentes que los hacían más susceptibles a los efectos de un virus que afecta los pulmones”, describieron.

Y aunque alertan que no hay seguridad sobre el rol que juegan los niños en la transmisión de la enfermedad “es probable” que la vacunación a los niños “ayude a retrasar la propagación de la enfermedad”.

Moderna

Por su parte, la compañía estadounidense Moderna comenzó el 16 de marzo con la fase 2/3 del estudio KidCOVE que probará su vacuna contra el coronavirus en niñas y niños de 6 meses hasta 12 años, con la intención de llegar a 6.750 participantes en Estados Unidos y Canadá.

El ensayo clínico se realizará junto al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid), que es parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, y a la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (Barda), dependiente de la Oficina del Asistente Secretario de Preparación y Respuesta de la Departamento de Salud y Servicios Humanos.

En todo el estudio se evaluará la seguridad, tolerabilidad, reactogenicidad y eficacia de dos dosis de la vacuna administradas con 28 días de diferencia.

Pfizer

Por otro lado, ya en octubre pasado Pfizer había comenzado a probar la vacuna en niños a partir de 12 años en un estudio en el Hospital de Niños de Cincinnati de Estados Unidos, a quienes dividió dos grupos: de 12 a 15 y de 15 a 17.

En tanto, Israel anunció el 11 de marzo que vacunaron también con la vacuna de Pfizer a niñas, niños y adolescentes entre 12 y 17 años que presentaban factores de riesgo como obesidad, diabetes, trastornos de inmunosupresión, cáncer y enfermedades pulmonares y cardíacas graves.

“Hasta ahora hemos inmunizado a unos 600 niños y no hemos visto ningún efecto secundario importante. Esto es muy alentador”, dijo Boaz Lev, miembro del equipo asesor del Ministerio de Salud, al diario británico The Guardian.

Los resultados

Hasta el momento, la mayoría de los resultados presentados por las vacunas, vinculados a la eficacia, se relacionan a la protección para no desarrollar síntomas, cuadros graves de la enfermedad o morir.

No obstante, desde hace algunos meses fueron surgiendo algunos datos sobre la capacidad de las vacunas de “prevenir” el contagio como, por ejemplo, lo que anunciaron en febrero investigadores la Universidad de Oxford en base a un estudio preliminar -que todavía no fue publicado- que dijeron que “la presencia del virus se reducía en un 67% entre los vacunados”.

También en marzo el CEO de la empresa alemana BioNTech, que desarrolló la vacuna junto a Pfizer indicó que en base a un estudio realizado en Israel, “la cantidad de personas para las que la PCR es positiva y que, por lo tanto, son potencialmente contagiosas, se reduce en un 92% después de la vacunación”.

“En el caso de niñas, niños y adolescentes, más allá de la protección individual, lo central de la vacuna sería que no se contagien para cortar la transmisión, pero aún no sabemos con certeza si las vacunas son efectivas para evitar el contagio”, concluyó De Cristófano, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefa del Servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Italiano.

Por Natalia Concina