Desde la Cuenca Mar y Sierras, que agrupa a los tamberos de la región, expusieron preocupación por la situación que atraviesa el sector, con la presión para ser competitivos ante los productos que ingresan de afuera y la imposibilidad de hacer frente a esa demanda, considerando que la mayor parte de ellos no llega a cubrir los costos de producción.
El presidente de la Cuenca Mar y Sierras Alejandro Stefano trazó un adverso panorama que se enmarca en la economía “abierta” que se ha planteado en el país, lo cual los colocó en una situación de competitividad no ya entre productores nacionales, sino con “los de afuera”.
Mal parados
“En el nuevo modelo económico la competitividad es lo que impone. Eso no sería malo, el tema es cómo nos agarra y las herramientas que uno necesitaría para llegar a esto. Básicamente nos agarra bastante mal parados”, admitió.
Y explicó que en primer lugar, desde el punto de vista productivo vienen de una “tremenda seca” y recordó que “en el año 2015 ya habíamos tocado fondo, el año 2017 empezó a repuntar y en diciembre teníamos una esperanza, veíamos que podíamos salir y vino la devaluación, que al tambo lo mató porque verdaderamente todos nuestros principales insumos, que son el alimento, los fertilizantes, combustibles, todo lo que compramos es a precio internacional, a precio dólar”.
En ese contexto señaló que entre enero y febrero de este año empezaron a “caer de una manera tremenda” y la seca provocó que perdieran alrededor del 30 por ciento de las reservas.
“Es muy difícil de sobrellevar, con un alimento perecedero que no dura más de 4 horas, que se echa a perder. Nosotros entregamos, no vendemos, entregamos leche a una persona que nos dice cuánto nos va a pagar, cómo y cuándo”, expuso.
Falta de
conectividad
Por otro lado, manifestó que para ser competitivos necesitan conectividad.
En cuanto a caminos en esta ciudad la situación no es tan compleja porque “es uno de los municipios mejor vistos en cuanto a la red vial”.
Pero el problema lo tienen con las comunicaciones porque “todos tenemos teléfono, pero en todo Mar y Sierras hay muy pocos tambos donde hay señal. Nos cobran los teléfonos pero nadie pone antena”.
En segundo lugar, aseguró que para tecnificarse necesitan mano de obra calificada que comprenda la tecnología.
“Si no nos tecnificamos no vamos a poder ser jamás competitivos, porque los costos van a estar ligados a la tecnificación. Estamos por debajo del costo de producción, por lo tanto con qué plata nos vamos a tecnificar”, se preguntó.
Y si bien el Gobierno les ofrece créditos, planteó que “hasta ahora había créditos a tasas accesibles al 12, al 9 por ciento, pero hoy se exceden, están a 22, 24, 25 y a ese nivel de endeudamiento qué negocio puede funcionar”.
Cierre de
tambos
Ante este adverso panorama, aseguró que “muchos tambos seguirán cerrando, cada vez más”.
Tandil entró en la emergencia agropecuaria, y eso significa que un tambero “no puede ser sujeto de crédito, es bueno porque el que está en emergencia necesita que le prorroguen los impuestos, los pagos, pero dentro de Tandil a los tambos que no estamos en emergencia nos perjudica”.
Puntualizó que el año pasado a nivel nacional se cerró el 10 por ciento de los tambos. En Tandil, en tanto, en lo que va del año cerraron dos tambos y están por cerrarse algunos más.
Y advirtió que “en este contexto no aguantamos”. Por último, consideró que es necesario hablar urgente del precio de la leche, y quién le pone el valor.
Eleco.com