Un total de 550 niños y jóvenes músicos de la Provincia de Buenos Aires, llegaron el pasado jueves a Tandil para asistir a talleres de formación musical del Encuentro Nacional de Bandas Juveniles de Música.

De la misma manera, los docentes y los directores participaron de distintas capacitaciones que fortaleció el intercambio de saberes y experiencias.

Anoche, en el Club Independiente, se llevó a cabo el último concierto que contaría con la presencia de Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación, pero quien no pudo llegar a la ciudad debido al mal clima que permanecía en Buenos Aires. Hoy finalizan los talleres y será la despedida de los jóvenes.

El Encuentro fue organizado por el Programa de Orquestas y Ensambles Infanto Juveniles de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria del Ministerio de Cultura de la Nación.
Concurrieron diez orquestas que forman parte del Programa: Infantil El Tambo de instrumentos latinoamericanos (Isidro Casanova, La Matanza), Juvenil latinoamericana de Barrio El Tambo (Isidro Casanova, La Matanza), Infantil y Juvenil de la SeNNAF (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. Villa Zagala, Pdo. de San Martín), Infantil y juvenil de instrumentos latinoamericanos “La Sonora de la IAPI” (Barrio IAPI, Bernal Oeste, Pdo. de Quilmes), Infantil y juvenil de instrumentos latinoamericanos “Don José” de San Martín (José León Suárez, Partido de San Martín), Latinoamericana de “La Casita de los Pibes” (Villa Alba, La Plata), Escuela Juvenil de San Telmo (San Telmo, CABA), De los Barrios Baires-Bancalari (Tigre), De Música Latinoamericana “Ricardo Carpani” (Ricardo Rojas, Tigre) e Infantil folklórica de Morón Sur (Morón).

A ellas se sumaron como invitadas la Orquesta de los Núcleos Durazno y Paysandú (Sistema de Orquestas y Coros juveniles e Infantiles del Uruguay) y la Banda Juvenil Municipal de Tandil.

En ese marco, el secretario de Cultura y Creatividad del Ministerio de Cultura de la Nación, Andrés Gribnicow, pasó por la ciudad e indicó que este programa es un ejemplo de cómo la cultura puede ser un agente de transformación social, de integración. “No es un tema menor, es distinta una ciudad que vive y disfruta de la cultura y una que no.

Por eso estamos en Tandil que tiene una infraestructura para recibir a los chicos, la energía, la buena predisposición de las autoridades, los medios de la comunidad, de la Universidad y esto no se puede hacer en cualquier ciudad, por lo que estamos muy agradecidos”, agregó.

La música como herramienta

Por su parte, la coordinadora general del Programa de Orquestas Ensambles Infato Juveniles, Pilar Aparicio, manifestó que “en estos encuentros se busca promover el intercambio y la interacción entre los integrantes de las orquestas; incentivar el aprendizaje musical colectivo e individual; realizar capacitaciones con contenidos musicales tanto para los niños y jóvenes, como para los docentes y directores, desde un lineamiento pedagógico diseñado específicamente para el aprendizaje musical en el contexto de una orquesta; brindar talleres que funcionen como un espacio de intercambio entre los integrantes de las orquestas, en los que puedan socializar, compartir conocimientos, conocer las realidades de otros niños y jóvenes músicos. Este tipo de intercambio valida los saberes particulares y estrechar lazos con los pares”.

Por otro lado manifestó, en algunas ocasiones, son chicos que a veces han tenido que vivir situaciones difíciles y que a través de la música encuentran un camino distinto, un lenguaje que une. “La música es una herramienta fundamental para transmitir valores individuales y sociales. La práctica orquestal promueve una serie de principios fundamentales como la democracia, la tolerancia, la autoestima, el saber escuchar, aprender a esperar, tener que coordinar. El sistema orquestal es fantástico y lo que tiene de interesante es que el Ministerio de Cultura prioriza barrios vulnerables donde es necesario que estos valores tan importantes que aprenden los chicos entren en sus hogares para lograr familias más unidas o donde se dialogue más, se sueñe y se proyecte más”, concluyó.

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