La Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos (Faccma), que agrupa a los grandes clubes de la comunidad judía (Hacoaj, Hebraica, Macabi, Cissab y muchos otros), dejó en situación terminal a la conducción de la DAIA. En un comunicado firmado por su presidente, Mónica Sucari, y el secretario general, Gabriel Grinberg, se condena no sólo el escándalo protagonizado por Ariel Cohen Sabban sino “la falta de respuestas claras de quienes componen la Mesa Directiva”. Ante ese cuadro, piden la renuncia de todos los dirigentes, que se establezca un período de transición y se convoque a elecciones en el menor plazo posible.
Los grandes clubes se sumaron a idénticos pedidos de renuncia de la mayor organización política de la comunidad, el Partido Laborista (Avodá), a un conjunto de 28 rabinos y a un comunicado firmado por escritores y periodistas (Marcos Aguinis, Federico Andahazi, Alfredo Leuco, Santiago Kovadloff y otros), todos ellos muy cercanos a la conducción de la DAIA y al gobierno de Cambiemos.
En esas condiciones, parece difícil que los dirigentes de la DAIA puedan sostenerse en sus cargos.