La defensa de Fernando Jara, acusado de matar a su padre, sostuvo que el joven actuó por instinto de supervivencia y por eso su actitud no constituyó un delito. “Se encuadra en un estado de necesidad exculpante. No hay delito”, dijo su abogado, Gustavo Lucero, en la primera jornada del juicio por homicidio que se desarrolla en los tribunales de Zapala. El caso conmueve a la provincia de Neuquén.
El crimen ocurrió el 26 de enero del año pasado, cuando Fernando la emprendió a golpes con un caño de hierro contra su padre, Orlando, quien estaba en el suelo en posición fetal y no se defendía, según contaron los testigos. “No te metás, no sabés cómo son las cosas”, le dijo el muchacho de 29 años a una vecina que quiso interponerse.
Aunque el hombre ya parecía sin vida, Fernando lo siguió apuñalando al grito de “Yo no me olvido de lo que nos hiciste” y finalmente le cortó la cabeza, que mostró como trofeo en una foto que se sacó con su teléfono celular, según afirmó una testigo. Luego se supo que transmitió esa imagen a un amigo.
La estrategia de la defensa es demostrar que el imputado arrastra una historia de violencia familiar, que el padre los golpeaba y que esa noche los amenazó de muerte. “Fernando atacó por instinto de supervivencia. Debía impedir que Jara (padre) matara a él y a su familia”, sostuvo Lucero.
En su testimonio ante los jueces, Hilda Acuña, madre del acusado y esposa del fallecido, contó que durante tres décadas sufrió agresiones de parte de Orlando, que luego se hicieron extensivas a los cuatro hijos que tuvo la pareja.
El acusado estuvo brevemente en la sala de audiencias pero luego se retiró a una sala continua. Según los médicos, su estado emocional no le permite presenciar el debate.
El tribunal lo preside la jueza Carolina García, y lo integran la jueza Bibiana Ojeda y el juez Diego Chavarría Ruiz. El fiscal es Marcelo Jofré.