Y no, no se trata de los cigarrillos electrónicos.
Un reciente estudio ha desafiado la idea de que los cigarrillos electrónicos son la mejor solución para los fumadores que quieren librarse de su adicción al tabaco, informa The Washington Post.
El trabajo afirma que, a pesar de que estos dispositivos son fervorosamente defendidos por los tecnófilos, si uno quiere dejar de fumar, lo que necesita realmente es un buen sistema de incentivos financieros.
La investigación, cuyos resultados publicó el miércoles la revista New England Journal of Medicine, incluyó a 6.000 fumadores participantes de programas para dejar de fumar, que fueron divididos en cinco grupos.
El primero de ellos recibió mensajes motivacionales e información sobre los beneficios que trae para la salud una vida libre de tabaco. Al segundo grupo le entregaron de forma gratuita parches de nicotina y farmacoterapia, y, si los participantes no lograban dejar de fumar con estas medidas, les daban cigarrillos electrónicos.
El tercer grupo recibió vapeadores desde el principio del experimento, mientras que a los participantes del cuarto y quinto grupo les dieron dinero como incentivo, con sumas de hasta 600 dólares.
Seis meses después, los resultados revelaron que aquellos que habían recibido incentivos financieros mostraron hasta tres veces más probabilidades de dejar de fumar que los que recibieron cigarrillos electrónicos gratis.
A pesar de que la cantidad de personas que abandonaron el hábito era más alta en el grupo donde se entregaron cigarrillos electrónicos gratis que en los dos primeros -que recibían información y farmacoterapia-, los investigadores señalan que esta diferencia no resultó ser significante.
Resultados parecidos mostraron también aquellos participantes que desde el principio estaban motivados para dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos ayudaron a abstenerse de tabaco durante 6 meses al 5 % de los participantes motivados, mientras entre las personas motivadas que recibieron incentivos financieros la tasa fue del 13 %.