Martín Del Río, el presunto parricida de Vicente López, presenta “rasgos de una personalidad psicopática”, según opinaron distintos psiquiatras forenses, quienes sostuvieron que ese tipo de personas “consideran a los otros como objetos”, “carecen absolutamente de empatía” y “tienen incapacidad absoluta para amar”, en tanto que un reconocido criminalista consideró que el autor del doble crimen quiso “reasegurar el hecho como sea”.
“Con lo que respecta al modus operandi que se conoce hoy por hoy, lo más probable es que el acusado posea un tipo de personalidad psicopática, de la que hay distintos grados. Pero este sería uno de los más graves”, analizó en diálogo con Télam el psiquiatra forense Rafael Herrera Milano sobre Del Río, principal imputado por los asesinatos de su padre José Enrique (74) y su madre María Mercedes Alonso (72), cometidos el 24 de agosto último.
Ese día, según la acusación fiscal, Del Río hijo fue reconocido por testigos como el “caminante encapuchado” que quedó grabado en una serie de videos yendo y regresando desde el barrio porteño de Núñez hasta la casa de sus padres en Vicente López, en el horario en el que se cree fue cometido el doble asesinato.
También comprometieron a Del Río una serie de contradicciones que tuvo al relatar lo que hizo el día del hecho, lo que para el especialista Herrera Milano, indica que el acusado “siempre tiene una respuesta para todo”.
“Quienes tienen este tipo de personalidades psicopáticas no conciben posibilidad de error en sus planes. Y si surgiese alguna, pueden sentirse con la capacidad de resolverlo. Ese tipo de autoconocimiento se llama ‘seguridad imprudente'”, afirmó.
Además, Herrera Milano recordó que el imputado incriminó a la empleada doméstica de sus padres, “Nina”, cuando era testigo de la causa, y que luego, ya detenido, culpó del doble crimen a la agente inmobiliaria con la que mantenía una relación extramatrimonial en una carta escrita a mano.
“Los psicópatas tienen una mentalidad lúdica. Todo el tiempo intentan redoblar la apuesta. Si no le echa la culpa a la empleada doméstica, ahora lo hace con su amante. Todo el tiempo van por más para llegar a su objetivo”, señaló al respecto y conceptualizó: “Todas esas herramientas que intentan esbozar este tipo de personalidades se catalogan como ‘defensa aloplástica’, lo que implica que, en un segundo, pasan de ser victimarios a víctimas”.
En ese sentido, la psiquiatra forense Blanca Huggelmann, analizó en diálogo con Télam las particularidades de las personalidades psicopáticas, y detalló que en la mayoría de los casos “no consideran a los otros como personas, sino como objetos”.
“Las personas que tienen un trastorno psicopático de la personalidad cosifican al otro que no ocupa un lugar importante de su vida, más allá del momento y las circunstancias en la que lo pueda necesitar. Las personas psicópatas tienen incapacidad absoluta para amar. No se pueden poner en el lugar del otro. Carecen absolutamente de empatía. No sufren, hacen sufrir a la sociedad y a los otros”, indicó la especialista, quien fue perito de parte en la causa por la muerte de Diego Maradona.
Además, Huggelmann agregó que cuanto más inteligentes sean aquellos que poseen este tipo de personalidad, “más detallistas y perfeccionistas son en sus planes”.
“Un psicópata grave cuando tiene un problema y ve que algo no funciona, busca deshacerse de ese problema. No se arrepiente de un accionar que pudo haber sido negativo para otra persona”, afirmó la médica, que añadió: “Si vas a dejar sin opciones a un psicópata, tenés que dejarle una mínima posibilidad de accionar porque, si no, te puede llegar a destruir”.
A su vez, la psiquiatra forense aclaró que “es muy probable” que una persona pueda no advertir que tiene un familiar con personalidad psicópata.
“Quizás se pueda advertir circunstancias en torno a la frialdad y del uso del otro. En el cómo esa persona busca salir de determinados problemas sin ponerse en riesgo a sí mismo y poniendo siempre en el lugar de riesgo y la culpa al otro. Lo que puede suceder es que se minimice esta mirada y se avalen algunos de esos comportamientos”, señaló.
Por otro lado, el psiquiatra forense Herrera Milano afirmó que en el llamado al 911 que realizó Del Río para decir que había “un problema” en la casa de sus padres porque la empleada los encontró “muertos en el garaje”, pueden observarse “algunos rasgos típicos del psicópata”, ya que “no se encuentra una repercusión afectiva acorde de lo que verbaliza con lo que siente”.
“En esa situación se ve una muy clara la disociación ideo-afectiva. No es congruente el tono de voz ni la cadencia con la que relata los hechos, con lo que está transmitiendo. Tendría que ser un llamado completamente alterado, con voz entrecortada, en la que no pueda dar detalles. Pero lo dice con una frialdad supina, que devela los rasgos del psicópata”, sostuvo.
Al respecto, el reconocido criminalista Raúl Osvaldo Torre -exdirector del Servicio Especial de Investigaciones Técnicas (SEIT), antecesor de la Policía Científica en la policía bonaerense, y de gran trayectoria como perito de parte en casos resonantes como el crimen de María Marta García Belsunce o el de Nora Dalmasso-, consideró que “la llamada al 911 no es un elemento que te defina que es el autor del crimen” y recordó la situación del ahora absuelto Carlos Carrascosa en aquel llamado que hace 20 años hizo pidiendo una ambulancia cuando encontró a su esposa en la bañera del country Carmel.
En cambio, en este caso, Torre prefirió enfocarse en su especialidad, las características de la escena del crimen, sobre la cual analizó que “las dos víctimas fueron sorprendidas al ser ejecutadas desde el asiento trasero”.
“Esto indica dos alternativas: o es alguien que los conocía previamente o alguien que los sorprendió de algún modo. Tres disparos van hacia el hombre, que al parecer resultaba un peligro mayor para el asesino. En cambio, la mujer, solo tiene un disparo. Es evidente que quién cometió el hecho quería reasegurar su resultado”, consideró.
Sin embargo, Torre expresó que “hay que ser cuidadoso con el caso”, ya que todavía no se conoce con qué modelo de pistola se cometió el hecho.
“Del estudio de las estrías se puede determinar la marca y modelo del arma. Balística deberá indicar si los proyectiles fueron lanzados a través de una Bersa, como la que supuestamente tenía Del Río”, advirtió el investigador forense.
Por último, sobre la posibilidad de un parricidio, el psiquiatra Herrera Milano aseguró que “ningún hijo mata a sus padres solamente por plata”.
“En casos de esta índole, hay que diferenciar objetivamente las causas aparentes de las causas reales. Hay que ver cómo se constituye el núcleo familiar, si son familias disfuncionales. También revisar si hay alguna patología no diagnosticada en los sospechosos. La génesis de un parricidio puede ser multidimensional”, cerró.