Una vez más, la Asamblea Luna Roja alertó por un posible derrame de un sistema cloacal clandestino.
La Asamblea Luna Roja volvió a pedir explicaciones al Municipio de General Pueyrredón. Recordaron que en 2020 el balneario fue clausurado por las mismas razones.
A continuación, compartimos el comunicado completo:
“Bernardo Martín, titular del EMTUR, tiene mucho que explicar. El Balneario Luna Roja vuelve a ser foco de otro escándalo sanitario por los mismos motivos que durante el año 2020, cuando intervino la Fiscalía n° 11 especializada en Delitos Culposos contra el Medio Ambiente, la municipalidad de General Pueyrredón dictaminó su clausura mantenida durante once meses, debido a vuelcos de aguas cloacales al Arroyo Lobería y la playa pública.
Nuevamente multitud de personas disfrutando un hermoso día de playa en Chapadmalal, paraje situado a veinte kilómetros al sur de la ciudad de Mar del Plata se encontraron con un espectáculo increíble dentro de una Reserva Forestal y Turística, al sentir olores nauseabundos y una escorrentía de aguas servidas con espuma discurriendo hacia el arroyo donde se encontraban niños jugando.
Durante el año 2020, este proceso judicial iniciado por vecinas y vecinos organizados en una asamblea ciudadana, exigió a los organismos del estado con competencia en servicios sanitarios a dar respuesta y hacer cumplir con las leyes que muy bien previenen de estos atentados a la salubridad pública y el ambiente. Comenzando con el Ente Municipal de Turismo, quienes ejercen el control de las actividades de los balnearios, fueron puestos en aviso y conociendo el artículo 142° de la Ley 12.257, Código de Aguas de la Provincia de Buenos Aires, que prohíbe la construcción edilicia a menos de 150 mt. De la ribera marítima, promueven a los privados a que construyan sobre zonas prohibidas y aumenten las superficies cubiertas.
Esto ocasiona pérdida de ambiente costero, impide el goce de la vista al mar, y también genera todo un sistema de actividades que no son compatibles con los fines enunciados para la Reserva Forestal y Turística del Paseo Costanero Sur.
Su Plan de Manejo deja claro que se debe priorizar el uso público, desarrollando actividades acordes con la preservación de la flora y fauna que en ese lugar aún continúa siendo uno de los atractivos más valorados por quienes eligen Chapadmalal para visitar o vivir allí.
En esta oportunidad colapsó una cámara séptica situada detrás de cuatro cabañas ilegales, por estar construidas en área de restricción edilicia con respecto a la ribera marítima pero también a la propia ribera de arroyo. Esta cámara séptica forma parte de un sistema cloacal que reúne las aguas servidas de seis departamentos de alquiler, construidos ilegalmente en zona de interfaz, médano/barranco, y las provenientes del Restaurant y los baños de todo el complejo. Miles de litros de agua cloacal fueron volcados en los médanos, la playa pública y llegaron a diluirse en las propias aguas del arroyo.
Agentes de la Delegación de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas concurrieron al balneario en el marco de la investigación penal promovida por vecinas y vecinos de la zona y recibiendo instrucciones del Fiscal Moule de quien dependió las pericias. Desde la Asamblea Luna Roja, consideramos que este nuevo episodio viene a destapar varias irregularidades. Una de ellas se trata de averiguar qué oficina del estado supervisó y dio los permisos de construcción de este sistema cloacal, hecho a nuevo en 2020.
En este punto, sabemos que OSSE no fue, ya que es zona que se halla fuera del radio de su servicio, como lo expresaron en 2020 y procedieron a “retirarse” de la causa abierta, evitando responsabilidades.
Si OSSE se retira del expediente, ¿Qué organismo queda? No hay otra respuesta posible más que la propia Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires (ADA). Ahora, ADA cuenta con un delegación en Mar del Plata a cargo de Agustín Bosch, será él quien pueda responder si el Balneario Luna Roja obtuvo los permisos de prefactibilidad de obra y factibilidad del complejo y riesgoso sistema cloacal instalado entre médanos y playa?
¿En caso de no contar con estos permisos que cargarían con la coresponsabilidad delfuncionario que los firme? Cómo pudo la Municipalidad de General Pueyrredón levantar la clausura del balneario y otorgar la habilitación para retomar las actividades sin contar con un los permisos que acrediten legalidad y seguridad sanitaria para la actividad turística y recreativa desarrollada en el lugar?
EJC S.A, la empresa responsable de la explotación del Balneario Luna Roja, y del vuelco, cambió a su administrador general en marzo de 2020, quedando este sometido a la imputación de infracción a la ley 24.051 de Residuos Peligrosos y sometido a proceso penal. Este cambio les liberó de un eslabón podrido pero no de la continuidad de las acciones que someten a la ciudadanía y al ambiente a daños y contaminación.
Hay responsabilidades de funcionarios públicos y hay medidas pendientes por tomar: cumplir con la ética exigida a sus funciones es la primera, cumplir con las leyes y con la gente es lo que aún estamos esperando que suceda.
Asamblea Luna Roja