Lo decretó el intendente en el camino a “abrir” todo en nuestro municipio.
El decreto establece además que no se podrá usar transporte público o vehicular y se deberá guardar en todo momento un distanciamiento físico entre peatones no menor a dos metros, salvo en el caso de niños, niñas y adolescentes de hasta catorce años de edad, quienes deberán realizar la salida en compañía de un adulto mayor responsable y conviviente. Se trata de una hora diaria y hasta 500 metros desde nuestros hogares.
También especifica que este tipo de salidas no podrán realizarse por centros comerciales a cielo abierto. Desde el Municipio advirtieron que “habrá controles en los lugares que son propicios a generar mayores aglomeraciones”.
“Es una regla común para todo el esquema que en ningún caso se podrán realizar aglomeramientos o reuniones y se deberá dar cumplimiento a las instrucciones generales de la autoridad sanitaria, recomendándose el uso de cubre boca, nariz y mentón o barbijo casero”, se señala entre los argumentos.
Asimismo, destaca que “la Secretaría de Salud ha emitido una evaluación positiva respecto del riesgo socio-sanitario con relación a la densidad de población del área geográfica involucrada”.
En el atardecer de hoy, el movimiento por la costa, desde Avenida Constitución y hacia Camet era incesante. Gente vestida con ropa deportiva, la clásica salida de cuadras y cuadras de los perritos, parejas trotando, caminando. Con y sin barbijos. Este medio recorrió la zona y sorprendía el grado de “normalidad” con la que transitaban. No pudimos constatar ningún tipo de control desde la altura al 1000 y hasta el 3200 de el paseo costero.
Más allá de los supuestos controles, se sabe que desde mañana aumentará la circulación, contactos, gente en la vía pública. La “normalidad” del intendente no es el de un país en donde los casos aumentan…