De acuerdo a lo promovido por las Naciones Unidas en el marco del Decenio de Acción para la Seguridad Vial, (4º Semana Mundial para la Seguridad Vial) con el objetivo de reducir los muertos en el tránsito en un 50%, al cual se ha comprometido nuestro país, es imprescindible la reducción de las velocidades de circulación, como medida indispensable para disminuir el número de víctimas.
Petitorio a las autoridades para aumentar la seguridad vial reduciendo la velocidad
Luchemos por La Vida, ya hace un año pidió a todos los legisladores, tanto nacionales como de la Ciudad de Buenos Aires y demás autoridades, modificar la legislación vigente, concretándose como mínimo, las siguientes medidas para la reducción de las velocidades y el logro de un tránsito más seguro:
Reducir en 10km/h la velocidad máxima en autopistas, semi-autopistas y rutas
Reducir la velocidad máxima en las avenidas de 60km/h a 50km/h.
Reducir la velocidad máxima en las zonas residenciales a 30km/h.
Colocar controles electrónicos de velocidad en todas las autopistas, rutas y avenidas de alta circulación vehicular y/o peatonal.
Instalar reductores físicos de velocidad, construir chicanas, estrechamientos de calzada y calles sin salida en zonas residenciales y/ o con alta circulación de peatones que aseguren una baja efectiva de las velocidades.
Todos los días muchos mueren por exceso de velocidad.
El tema es impostergable: ¡disminuir la velocidad salva vidas!
Se sabe que:
-A mayor velocidad, hay mayor probabilidad de que ocurra un choque.
-Si ocurre un choque, el riesgo de muerte y lesiones graves es mayor a velocidades más altas.
-Un peatón adulto corre un 10 % de riesgo de morir al ser atropellado por un auto a 30 km/h y tiene más de un 50% de riesgo de muerte si es atropellado a 55 km/h.
Luchemos Por La vida