Vemos que esto no es tan así cuando recordamos que el gobierno de Macri le perdonó a Edenor (del empresario Marcelo Mindlin y del inglés Joe Lewis, ambos amigos del presidente de la Nación) una deuda de 1.229 millones de pesos, le mantienen precios privilegiados con la implementación del tarifazo y les regaló el marco jurídico que pedían las empresas para que los próximos gobiernos que vengan en la Argentina, sea del color que sea, tengan que desentrañar el marco legal neoliberal para construir un camino de soberanía. Sumando a todas las empresas de distribución, la condonación de la deuda de 2017 fue de 19.000 millones de pesos.
Edenor, como empresa distribuidora, tiene el negocio garantizado por el Estado. Pero también hay que recordar que la distribución eléctrica no tiene competencia. Edenor, Edesur o cualquier distribuidora son empresas monopólicas que, además, recibieron una tarifazo de entre %1.800 y 2.000% durante los tres años de Macri en el gobierno.
Edenor, al igual que Edesur, Edea, Edelap, etc., son empresas privatizadas que tranquilamente pueden pertenecer nuevamente al Estado. Desde 1992, en el caso de Edenor, cuando el menemismo/neoliberalismo las privatizó (o regaló) que tiene graves incumplimientos del contrato de concesión. Esto es lo que necesitamos discutir para poder luchar contra el tarifazo y cambiar este modelo energético de privatizaciones y estafa. No necesitamos de Edenor, ni de Edesur ni de la impresentable Edea. Hay que construir un nuevo modelo de soberanía.
Por José Rigane*.
*Secretario Adjunto de la CTA Autónoma, sec. General de la FeTERA y del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata