El presidente de EE.UU. aplazó hasta el 1 de junio la entrada en vigor de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio desde países de Europa, Canadá y México.
EE.UU. ha pospuesto por espacio de 30 días ―hasta el 1 de junio― la imposición de aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio de la Unión Europea, Canadá y México. Por su parte, Bruselas exige la exención permanente de aranceles a estos productos y advierte que, en caso contrario, se verán dañadas ambas partes.
Trump da a Europa un plazo de 30 días
El pasado mes de marzo, Washington impuso aranceles del 25% y del 10% a las importaciones de acero y aluminio, respectivamente. Sin embargo, después procedió a suspender esa medida hasta el 1 de mayo para las importaciones provenientes de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, México, Corea del Sur y la Unión Europea.
Esta semana Trump decidió extender en 30 días el plazo de las negociaciones en curso con la Unión Europea, México y Canadá, para llegar a un acuerdo sobre “medidas alternativas satisfactorias” que permitan “responder al deterioro de la seguridad nacional” causado, en su opinión, por las importaciones de artículos de esos países.
Paralelamente, la Administración del presidente ha llegado a un acuerdo con Corea del Sur que elimina de forma permanente los aranceles a las importaciones de acero provenientes de ese país. Asimismo, ha alcanzado acuerdos sobre acero y aluminio con Argentina, Australia y Brasil, cuyos detalles se ultimarán en breve.
“No negociaremos bajo amenaza”
La Unión Europea ha calificado la medida de insuficiente y exige la exención permanente de los aranceles al acero y al aluminio que EE.UU. pretende aplicar. En este sentido, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha instado a Trump a excluir a la UE de los aranceles “de una vez por todas” y ha advertido que, en caso contrario, “se verán dañadas ambas partes”, ya que Europa tendría que adoptar medidas de reequilibrio.
“Nosotros jugamos según las reglas: trabajemos juntos para aislar a quienes no lo hacen”, enfatizó Tajani, insistiendo en que “Europa no es el problema”.
En la misma línea, la Comisión Europea ha denunciado en un comunicado que la decisión de Estados Unidos “prolonga la incertidumbre del mercado” y asevera que “como viejo socio y amigo” de EE.UU., Europa “no negociará bajo amenaza”.
“La UE debería estar total y permanentemente exenta de estas medidas”, aseveró el organismo, explicando que las medidas planteadas por EE.UU. “no pueden justificarse por razones de seguridad nacional”.
“Una guerra comercial es un juego en el que todos perdemos”
La semana pasada, Trump criticó las políticas comerciales de la UE y aseguró que “se creó para aprovecharse de Estados Unidos”. “Basta ya, les dijimos esto ayer, en realidad exactamente las mismas palabras, basta ya, esos días han terminado”, sostuvo el mandatario, que prometió “hacerse cargo” del bloque y también de China.
Mientras tanto, desde Europa alertaron de los riesgos que supone para todos una guerra comercial entre la UE y EE.UU. “Una guerra comercial es un juego en el que todos perdemos”, subrayó el ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt. “Debemos estar tranquilos cuando pensamos en reacciones, pero el punto básico es que nadie gana en una guerra comercial, así que estamos tratando de evitarlo a toda costa”, agregó.
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