Con tres años de funcionamiento itinerante y más de 900 jornadas “brindando un servicio de alimentos frescos y precios accesibles en distintos barrios del partido”, la Feria del Buen Vivir fue reconocida por el Honorable Concejo Deliberante, de la mano de un proyecto presentado por la concejal de Unión por la Patria, María Eva Ayala. 

El recinto se encontró colmado por integrantes de la cooperativa Nutricoop, conformada en torno a la FDVB, gremios amigos, dirigentes barriales y emprendedores locales que acompañaron a Mauricio y Tomás Maglione, coordinadores de la Feria e impulsores de este espacio que nació en plena pandemia y ante la necesidad de acercar productos frescos, de calidad y directo de los productores, con precios accesibles a todos los vecinos de la ciudad. 

La impulsora de la declaración, expresó que “todos los días nos enfrentamos con nuevos desafíos para conseguir un alimento saludable a precios justos, por eso creo que plantear en este momento histórico un reconocimiento de estas características, es muy justo. Además, le mostramos a la sociedad que es a través de la construcción colectiva, la solidaridad, que podemos encontrar una salida. Seguimos reivindicando la justicia social”.

Miguel Guglielmotti, quien inicialmente desde la CGT apoyó la feria y luego como concejal del bloque UXP, indicó que “es un reconocimiento más que merecido a quienes generan estos espacios bajo tiempos de mucha inflación. Ha sido mucho sacrificio el de estos años pero también un beneficio para la ciudad lo logrado”, indicó al tiempo que su par Diego García recordó la frase “Mejor q decir es hacer” y “esta feria cumplió con ese objetivo desde el primer momento. Nació por una necesidad q hoy se ha multiplicado”. 

Tras la foto de rigor con la declaración en mano y ante la atenta mirada Mauricio, su padre y compañero de lucha, Tomás Maglione dejó en claro algunas cifras que preocupa y ocupan en cuanto a la calidad y capacidad alimenticia de los argentinos en la actualidad, como que “mientras que en marzo 2023 se necesitaban 2.75 salarios mínimos vitales y móviles para una canasta básica familiar, hoy se necesitan 3.8, es decir, $773.300 requiere una familia para poner comer. Esto obliga a nuestro pueblo a andar por el camino de la malnutrición constante, comemos carbohidratos sin verduras, sin proteínas animal y ni hablemos de la calidad nutricional de los ultra procesados. Hemos llegado a que 1 de cada 5 niños sufra hambre, y que 1 de cada 2 sea pobre, según estudios de la universidad Católica”, remarcó y también hizo hincapié en la realidad de los jubilados y las consecuencias físicas y cognitivas que los apremian por la mala alimentación a la que están sumidos con jubilaciones licuadas en un 40% en los últimos meses.

Por último, brindó una larga lista de sentidos agradecimientos empezando por los integrantes del espacio que diariamente comienzan a las 5 am a preparar los trailers para acercarse a los barrios: la frutería y verdulería “Los Amigos””, la tienda del Pescado, con Cristian a la cabeza; la panadería “La Argentina” con Laura y Julio al frente, la carnicería con Mauricio Maglione a cargo y ahora también a los trabajadores de la cooperativa Nuevo Amanecer con Paulo Ares como interventor, que se suma con sus productos; Esteban Aller como administrador de Nutricoop, Adrián Cepeda de mantenimiento y reformas de los carros.

 

En cuanto a los gremios, de quienes se encontraban sus referentes presentes, agradeció a la CGT, maestranza de casino que pertenece a la CTA (gracias a quienes se armó el delivery que representa el 20% de las ventas de la feria), SMATA, al Sindicato La Unión de trabajadores de la Economía Popular, al Movimiento Evita, MTE, Movimiento Vanguardia, la cooperativa Patria, al Ing. Sergio Dresner; a las organizaciones barriales como las sociedades de fomento del sur-sur Playa los Lobos, Acantilados y San Eduardo de Chapadmalal, que los reciben todos los fines de semana y al Centro de Jubilados Mi Refugio, del barrio Belgrano.

 

Dentro de los organismos del estado se agradeció al  Ministerio de Trabajo de la Nación, al Ministerio de Desarrollo Agrario, al Banco de la Provincia de Buenos Aires, particularmente la sucursal de Juan B. Justo, trabajadores de Inspección General y la Secretaria de Producción de MGP.