Este lunes sesionó la comisión de Legislación del Concejo Deliberante presidida por el concejal radical Daniel Núñez. Se trató de una jornada extensa y caliente que por más de tres horas tuvo un solo tratamiento: el proyecto que envió el intendente Guillermo Montenegro para que funcione un bar de gin en un ex centro clandestino de detención en el sur de Mar del Plata. Finalmente, el proyecto se aprobó con el voto positivo del oficialismo (PRO, UCR, Coalición Cívica ARI, Vamos Juntos) y el voto negativo de Acción Marplatense (AM), Frente Renovador (FR), Unión por la Patria (UP) y Crear Más Libertad.
Con una barra llena de vecinos y militantes de derechos humanos, se escuchó primero la palabra de expositores civiles que se acercaron a exponer su postura mayoritariamente en contra de la iniciativa.
De los primeros en tomar la palabra fue Alberto Pellegrini, ex detenido en la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM) y hoy funcionario del Hospital Interzonal: “Yo apelaba recién a una figura que tiene que ver con los militares, que era la obediencia debida, en el sentido que los cuadros inferiores decían, ‘no, a mí me mandaron hacer esto y yo lo hice‘, y con esa excusa mataban, secuestraban, torturaban. Ahora, los concejales de este recinto, ¿tienen obediencia de vida hacia el Intendente o alguno va a tener el coraje de decir, este es mi límite, señor Montenegro?”, se preguntó.
También se conoció durante el debate que organismos de Derechos Humanos interpusieron ante la justicia un recurso de amparo para evitar que avance el proyecto, incluso en caso de ser aprobado el próximo jueves por la tarde en sesión ordinaria. Se sumó la novedad de que la sociedad de fomento va a renunciar a lo que firmó debido a irregularidades manifiestas.
La exposición de vecinos concluyó con la presentación de una docente y un vecino del barrio quienes se expresaron a favor de la instalación del bar en ese predio con el argumento de que generaría trabajo para los habitantes de la zona. Sus palabras fueron abucheadas por quienes estaban en la barra.
Desde allí, pidieron la palabra concejales de diversas fuerzas. El primero fue Horacio Taccone de Acción Marplatense quien fue tajante: “este expediente es un mamarracho”. Además de su postura detractora basada en la afectación que significaría para las políticas de derechos humanos, el edil sostuvo que avalar el proyecto “es una decisión política peligrosa”. “Al expediente le faltan elementos”, como el certificado de impacto ambiental. A su vez, anunció que su bloque presentó un despacho para que se devuelva el documento “a efectos de encausar su tramite en normas de la ley”. Este último paso tuvo su discusión propia luego de la votación porque no fue tomado como dictamen de minoría para su posterior tratamiento en la próxima sesión ordinaria.
Le siguió en el uso de la palabra la concejal radical Marinela Romero, quien había sido señalada por haber votado a favor y sin argumentos durante la comisión de Obras. Asegura la edil que tomó aquella postura por haberse sentido “violentada”. Su exposición fue más bien técnica y estuvo acompañada de material fotográfico con el que expuso que la división de tierras del predio indica que el proyecto gastronómico a ser instalado no estaría dentro del predio de la ESIM, por lo que no afectaría a la Memoria, la Verdad y la Justicia.
“Sigo estando a favor” optó por comenzar su alocución Agustín Neme, concejal signado como la voz defensora del intendente en el cuerpo legislativo. “Estamos hablando de un predio que nada tiene que ver con lo que se está manifestando acá, nada tiene que ver con los derechos humanos”, dijo alineado con lo expuesto por Romero. “Para mi es ridícula la discusión, no tiene nada que ver con un ex centro clandestino. Fin”, dijo, emulando el estilo de redes del vocero presidencial Manuel Adorni. “Voto con convicción de que este expediente es bueno para la comunidad”, culminó y se retiró del recinto, abucheado.
Desde allí, las exposiciones estuvieron a cargo de la oposición. Fue entonces el turno de Verónica Lago de UP, quien se ocupó de cuestionar el argumento oficialista de que la intervención que propone la iniciativa es necesaria por el mal estado en que se encontraría el predio: “es reconocer la incapacidad propia del municipio o es adrede para después venderlo o cederlo por 250 mil pesos por mes”, dijo sobre el valor de canon propuesto que debería pagar La Restinga por el uso del suelo. “Me parece mucho más reiterativo estar discutiendo temas en los que teníamos un consenso social”, agregó sobre la discusión acerca de si las tierras afectadas pertenecen o no hoy día a un ex centro clandestino de tortura y detención.
Mariana Cuesta es la presidenta del bloque UP y se expresó de manera firme: “este expediente es invotable”. “Ese mapa que nos trajeron es un mapa de las Fuerzas”, dijo sobre las imágenes presentadas por Marianela Romero. “Ese espacio es un todo y lo que se va a votar hoy es que en un centro clandestino exista un bar. (…) Esta ordenanza tiene una profunda mirada negacionista porque nos quieren decir que ahí no pasó nada y pasó mucho”, señaló. No perdió oportunidad de hacer un señalamiento sobre la maniobra política del oficialismo: “Qué solos los han dejado a los concejales del oficialismo porque este es un proyecto de Montenegro y Montenegro ni ninguno de sus funcionarios dan la cara”.
Para finalizar la jornada, o al menos la primera porción del debate, tomó la palabra Ariel Ciano, presidente del bloque FR: “Hoy estamos dando discusiones casi pre-democráticas”, dijo, a la vez que observó que “es inescindible este expediente de algunas cuestiones que suceden a nivel nacional”. “Me parece que juegan al ‘si pasa, pasa'”, opinó el edil quien también repitió una observación: “Nuestro partido tiene 45 kilómetros de costa, ¿justo tiene que elegir ese sitio para este emprendimiento?”. En el cierre de su turno, Ciano se emocionó al recordar a Ledda Barreiro, ex titular de Abuelas de Plaza de Mayo filial Mar del Plata, recientemente fallecida.
En su turno, Valeria Crespo (UP) hizo referencia a irregularidades del expediente original, como la falta de legitimidad de las personas que se nombraron como referentes de la sociedad de fomento por no haber estado acompañada por el acta de asamblea normada por estatuto: “están poniendo en juego el patrimonio y lo están haciendo sin una asamblea de socios”.
Después de tres horas de cruces intermediados por gritos del público presente, se procedió a la votación que volvió a contar con el apoyo del oficialismo. “El jueves venimos todos”, fue el canto por unanimidad de quienes estaban en la barra mientras se retiraban del recinto. Ello, en referencia a la próxima sesión ordinaria del concejo deliberante, que será el próximo jueves por la tarde, y que contará con el tratamiento del polémico documento.