Bolsonaro firmó el decreto que flexibiliza los requisitos para portar armas de fuego

El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, firmó el decreto que facilita la posesión de armas de fuego en el país, una de sus principales promesas durante la campaña electoral. “El pueblo decidió comprar armas y municiones y nosotros no podemos negárselo”, dijo durante una breve ceremonia en la que estuvieron presentes algunos de miembros de su gabinete, entre ellos el cuestionado ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro.

Según Bolsonaro, extender y flexibilizar el acceso a las armas de fuego era una premisa fundamental para “garantizar el legítimo derecho a la defensa”. “Como Presidente voy a usar esta arma”, dijo mostrando la lapicera con la que firmó el decreto en el palacio de Planalto, en Brasilia.

El decreto quitó requisitos para acceder a la autorización de portación que habían sido establecidos en el Estatuto del Desarme. Finalmente no incluyó como se decía la ampliación de los permisos para portar armas de fuego en la vía pública.

Bolsonaro se refirió al referéndum celebrado en 2005 en Brasil, en donde el 63 por ciento de los brasileños votó a favor del comercio de armas en el país tras la aprobación del Estatuto de Desarme. Hasta ahora, para poder comprar un arma de fuego había que ser mayor de 25 años, tener un empleo, no contar con antecedentes penales, justificar por qué se necesitaba el arma y comprobar la capacidad técnica y psicológica para manejarla.

Durante la campaña presidencial, el capitán retirado reiteró en varias oportunidades su deseo de facilitar la posesión de armas a los “ciudadanos de bien” para que puedan defenderse y combatir el crimen en el país. La firma de este decreto según Bolsonaro, busca que el “ciudadano de bien pueda tener paz adentro de su casa”.

De acuerdo con una encuesta publicada por el instituto Datafolha a finales del año pasado, el porcentaje de brasileños que considera que la tenencia de armas tiene que estar “prohibida por representar una amenaza a la vida de otras personas” aumentó tras la asunción de Bolsonaro a la presidencia. Del 55 por ciento pasaron a ser el 61 por ciento los brasileños que adhieren a la prohibición de las armas de fuego.
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