El intendente de Ullum propuso volver a la vieja “perrera” que aloja al perro durante seis meses antes de ejecutarlo. La zona atraviesa una elevada tasa de natalidad y abandono de los animales.

Leopoldo Soler, intendente de Ullum, sacó a la luz el proyecto que tenía preparado para presentar una nueva ordenanza municipal. Los proteccionistas salieron a tratarlo de “genocida de animales”, mientras que hubo otro sector que (por lo bajo) pensó la idea como una alternativa para terminar con las jaurías.

Esta idea del sanjuanino no fue aislada, sino que se dio en un contexto de debate por los perros callejeros que son potencialmente peligrosos cuando actúan en manada. En la provincia sanjuanina hubo un revuelo por el último hecho trágico protagonizado por una jauría de 15 perros en la Planta de Tecnologías Ambientales en Rivadavia.

En ese lugar, Néstor Daniel Morales, un operario de 53 años, murió en manos de la jauría luego de haber insistido en varias oportunidades por la peligrosidad de los canes. El hombre que fue atacado sufrió graves heridas, tal como le ocurrió hace cinco meses a Florencia Ledesma, una joven sanjuanina de 23 años que salió a caminar y murió producto del voraz ataque canino en un descampado en Albardón.