Sandra Sosa vive hace tiempo en la zona y hace casi 2 años inició un proyecto para recuperar y mantener la cultura y la tradición del folclore en el barrio. Junto a madres y padres, realizan viandas y buscan sumar más talleres para contener a la población.
“La casa es grande,” cuenta Sandra y sueña con que un día el espacio pueda ser un lugar en donde se den clases de carpintería, cerámica o pastelería. “No queremos que nos regalen nada, queremos brindarles más herramientas a los chicos para que no se acerquen a las drogas. Los chicos no hacen más cosas porque no tienen la posibilidad o no tienen la dicha de que un papá los lleve a una actividad,” contó a MdpYa la referente barrial.
La tarea de Sandra no termina con las clases, sino que también brinda la merienda a las y los chicos que participan de la actividad. Entre las madres y los padres de quienes asisten, compuesto entre 10 o 14 personas, se pusieron de acuerdo en poner “un poquito cada uno,” y fue así que lograron entre todxs cocinar para lxs bailarines y sus familias.
“Les preparamos una vianda a la tarde que es siempre variada, intentamos que vaya con los nutrientes necesarios porque tenemos conocimiento sobre el tema ya que en el pasado trabajamos con abuelos,” contó.
En este momento, Sosa aseguró que están pasando un momento muy complejo ante la desocupación que registra el barrio, por eso la actividad que ella plantea resguarda a las y los jóvenes para que no estén en las calles.
Consultada por el rol de la sociedad de fomento aseguró: “Está muerta, normalmente cuando se plantea algo se tira para atrás, yo siempre defendí a la organización pero hoy vivo la realidad.”
Antes de la pandemia
Desde Cultura de La Plata y desde la organización de la fiesta del emprendado (fiesta folclórica de Mar del Plata), se invitó al grupo del barrio de Santa Rosa del Mar a participar: “Este fue el primer escalón que hicieron los chicos en donde vieron la vida desde otro punto, existe otra vida diferente a la que vivieron sus hermanos más grandes, sus padres o sus abuelos, pero nos falta respaldo porque mi familia y yo no podemos con todo, a veces nos toca viajar y no podemos porque nos falta la plata para el boleto,” contó Sandra.
Por este motivo, pidió ayuda a la comunidad para recibir “sabiduría” de otrxs para poder crear una fuente de ingreso que sea fija y le permita mantener esta actividad en el barrio. “Contamos con muchísimo espacio en mi casa: lunes, miércoles y jueves doy las clases de folclore. Los sábados se ensaya y es un día recreativo en donde intentamos enseñarles a los chicos a cocinar su comida con lo que hay,” señaló la referente.
Algunos sábados les toca a los varones impulsar las tareas de la cocina, mientras que al fin de semana siguiente son las mujeres quienes se encargan. Sandra aseguró caminar mucho el barrio y lograr así el compromiso de las y los vecinos, pero remarcó que los días libres son los momentos en donde los jóvenes permanecen más en las calles.
“He visto como algunas personas se burlan de lo que es nuestro barrio, a mí me gustaría que la gente conozca a los chicos del barrio por otra cosa, tratar de buscar los medios para darle la oportunidad a esos chicos de que puedan brillar y mostrarse por otras cosas, no porque los viene corriendo la policía,” finalizó.
Si queres sumarte a dar talleres o contribuir a través de alguna donación, ponete en comunicación con Sandra al teléfono 2233399038.
Lara E. Franco – Redacción MdpYa.