España dice adiós a las mascarillas, lo hace, eso sí, entre el alivio de muchos y las dudas y la desconfianza de otros. El país suprimirá la obligatoriedad de llevar tapabocas en lugares cerrados a partir de este miércoles. Aunque fue el martes cuando se aprobó la medida, hay que esperar un día más para que sea publicada en el Boletín oficial del Estado.
La mañana del martes, las empresas seguían a la espera de la decisión del Ejecutivo y los españoles seguían llevando religiosamente la mascarilla para entrar en bares, restaurantes y supermercados.
Se espera que la medida afecte a locales de restauración, museos y centros de ocio, aunque habrá que seguir usando mascarillas en el transporte público, en centros sanitarios o residencias de ancianos.
La ministra de Sanidad explicó el jueves en el diario El País que las mascarillas seguirán siendo, sin excepción, obligatorias en el transporte público. “También será obligatoria en los transportes por avión, por ferrocarril, por guagua, en metro y también en los transportes en barco, en interior, siempre que no puedas mantener esa distancia de un metro y medio”.
Por otro lado, se preveé, según explicó la ministra, que sea cada empresa la que decida si su personal tiene la obligación de llevar mascarilla en sus instalaciones o no.