Así lo denunció la Unión de Guardavidas Agremiados –UGA- ante la espera de una ambulancia que tardó 50 minutos en llegar a un balneario. Además, alertan sobre la ausencia de accesos a las playas, la falta de vehículos 4×4, la falta de comunicación entre puntos estratégicos y la cantidad de guardavidas.
El sábado 4 de enero en el balneario Marbella, ubicado en el sur de la ciudad, el guardavidas de la pileta, Sebastián Matías Rodríguez, acude al llamado desesperado de una madre que estaba con su beba de un año al borde de la pileta. Cuando el Guardavidas la toma ya estaba de color morado e inmediatamente solicita el Servicio de Emergencias Médico.
Sebastián realizó maniobras de RCP y solicitó apoyo a su compañero guardavidas de playa, quien no pudo asistir porque se encontraba realizando un rescate en el mar. Por suerte, en la playa se encontraba su compañero del turno mañana, Pablo, quien también intervino en la asistencia.
“Luego de varios minutos de realizar maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar y sin la ayuda de un DEA, la beba reaccionó. Decidieron llevarla a la administración del balneario para esperar la ambulancia ya que la pequeña se encontraba con buenos signos vitales pero aún muy débil, era necesaria la hospitalización inmediata. El Servicio de Emergencias Médicas tardó más de 50 minutos en llegar. De hecho la ambulancia que trasladó la beba no fue la llamada sino una que los guardavidas pudieron interceptar en la calle,” relataron el hecho desde la página oficial de la UGA, vía Twitter.
Escucha el audio completo de los hechos en la voz de Fabio, secretario de asuntos laborales de UGA:
Lara E. Franco – Redacción MdpYa.